lunes, diciembre 03, 2007

Universidad/ acceso denegado


¿Cómo es posible que más muchachas y muchachos de los cetis, bachilleratos tecnológicos, aspiren a entrar a las universidades, si no se les proporcionan los conocimientos mínimos para ello? Para ingresar a la educación superior nuestros alumnos deben presentar un examen que incluye los conocimientos que precisamente se les quitaron de su formación curricular: Historia, mundial y de México, Estructuras socioeconómicas de México, Métodos de investigación, Seminario de Titulación, Filosofía, Literatura.


Para fundamentar, en principio, lo señalado, cito al ex Rector de la UAM-X Luis Felipe Bojalil Jaber, y sus planteamientos respecto a esta poblemática. http://www.jornada.unam.mx/2007/12/03/index.php?section=sociedad&article=050n1soc



Deficiente, la preparación de nuevas generaciones que arriban a la universidad
Frena a México la pobre cobertura en la educación superior: UAM
Con discursos esconden las deficiencias en primaria y secundaria, señala el académico Luis Bojalil
Urge una política de Estado que impulse el desarrollo
Laura Poy Solano
Ningún país del mundo puede progresar y superar la pobreza si menos de 50 por ciento de sus jóvenes tiene la posibilidad real de acceder a la educación y, con ello, crear un gran núcleo de población capacitado para afrontar los “graves” problemas nacionales, pues de lo contrario “nuestras aportaciones como universitarios siempre serán muy limitadas y elitistas”, afirmó Luis Bojalil Jaber, profesor distinguido de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y editor de la revista Reencuentro. Análisis de problemas universitarios.
Destacó que lo más importante en la formación de los universitarios, “y de cualquier alumno, es fortalecer su independencia de pensamiento y capacidad de reflexión, y esto es resultado no sólo de contenidos como los de matemáticas y español, sino de la cultura, y esto incluye todas las demás asignaturas, porque si de algo estamos seguros es que los retos más graves que enfrenta nuestro sistema educativo es que no estamos formando individuos libres y tampoco fortalecemos el saber científico”.


En entrevista con La Jornada, afirmó que si bien las instituciones públicas de educación superior han sido y deben continuar como un motor importante para el desarrollo de una sociedad, “esto no siempre ha sido comprendido por quienes toman las decisiones políticas, lo cual es una desgracia para México, porque el acceso a la educación superior debe extenderse a muchos más jóvenes”.


... En cuanto a la formación de las nuevas generaciones, destacó que actualmente quienes ingresan a las universidades “llegan con una preparación académica que aún no es la deseable, porque no ha mejorado la educación básica, y esto nos está introduciendo muchos problemas, y en esto también hay un discurso que esconde las deficiencias de este nivel educativo”.
Por ello, calificó como “desastroso” para el futuro del país que México alcance resultados de evaluaciones internacionales “tan bajos”, y aunque subrayó que definir la calidad es “muy difícil, podría considerarse como la capacidad de transmitir al estudiante las habilidades para resolver problemas, aunque no requiera un conocimiento enciclopédico, pero sin duda no podrá reflexionar ni tener autonomía si no le damos todas las herramientas que están en la historia y la ciencia, y no sólo en español y matemáticas”.
(subrayó: la blog)(nota resumida)


sábado, diciembre 01, 2007

Educación a la medida del llamado sector "productivo"

En la búsqueda por delinear un perfil de lo que pasa con la reforma a las currículas en DGETI, seguimos recopilando información que permita ir desmontando un monte que en medio de tanta información a veces parece como que nada sucediera. Del investigador de la UAM- X, Gustavo Leal F. presento esta nota que permite vislumbrar los pasos que está tomando la SEP respecto a la educación en general, y a la educación media superior en particular, en nuestro lastimado país. http://www.jornada.unam.mx/2007/12/01/index.php?section=opinion&article=016a2pol


Gustavo Leal F.*
SEP: ¡uff!, apenas el primer año
En octubre el Consejo Nacional de la ANUIES comunicó que urgía contar con una política de Estado para el financiamiento de la educación superior capaz de vertebrar presupuestos multianuales y otorgar seguridad a las universidades en el desarrollo de sus proyectos académicos. Mientras tanto, el subsecretario de Educación Media Superior, Rodolfo Tuirán (subsecretario de Sedeso con Fox), cumplía casi un año de ofertar “propuestas” altamente continuistas. En febrero, la secretaria Josefina Vázquez Mota (titular de Sedeso con Fox) sostuvo que la currícula “ya no le está diciendo lo suficiente a los jóvenes” y pidió a los gobernadores “vigilar” a qué escuelas otorgan el registro de validez oficial de estudios (Revoes). En marzo aclaró que, para consolidar sus proyectos, las instituciones de educación superior (IES) deberían fomentar la búsqueda de fuentes complementarias de financiamiento, el incremento de ingresos propios y el “uso de fondos internacionales”.
Inmediatamente, Tuirán detalló que los “nuevos criterios” que regirían los recursos presupuestales aprobados por la Cámara de Diputados preveían que el fondo de apoyo a las reformas estructurales –mil 200 millones de pesos– tendría el objetivo de reducir pasivos contingentes. Pero que para concursar por esos recursos, matizó, las IES deberían presentar proyectos que incidieran en el saneamiento financiero, así como generar ahorros superiores al monto de los recursos asignados. Días después agregó que para enfrentar el fenómeno de las llamadas universidades patito, más que incidir sobre “mecanismos” de control, debería fortalecerse la acreditación y evaluación de los planes y programas de estudios. Porque, en la medida en que el “propio mercado influya”, las instituciones sin calidad o Revoe “van a ir desapareciendo por la presión y demanda de mayores niveles de calidad”.
Aunque no resulta tan claro que por sí mismo el “propio mercado influya”, porque ante un previsible incremento de la matrícula –cercano a 40 por ciento– ya se vislumbra el interés de fondos de inversión y colegios corporativos extranjeros para adquirir instituciones privadas que han capturado una significativa fracción del mercado. Ese es el caso de la Universidad del Valle de México, adquirida por Laureate Internacional Universities, y de la Universidad Latinoamericana, adquirida por Carlyle Group. Por su parte, la Universidad Insurgentes escucha ofertas. Y es que las transformaciones en el sector educativo han configurado una suerte de mercado global de IES con alto atractivo. Toda vez que los establecimientos privados controlan más de 30 por ciento de la matrícula y que la “vigilancia” de la SEP es laxa (Revoe) ¿cómo “influirá” el propio mercado sobre la calidad?
Entonces Tuirán optó por componer “grupos de trabajo” –integrados por legisladores, funcionarios, académicos y organizaciones civiles– para diseñar una “política de Estado” en educación superior. Nunca se constituyeron, aunque en materia de financiamiento estimó que “hace falta” una mayor inversión de los gobiernos estatales (y hasta municipales), así como que las jubilaciones y pensiones “se convierten” en una presión para cualquier presupuesto. Y volvió a señalar como formas alternas de financiamiento los “ingresos” por venta de servicios, intercambios y convenios.
Días después la secretaria Vázquez Mota ofreció instalar una mesa de análisis con la Conago y las universidades para “revisar” el modelo de distribución de los recursos. Pero antes de que esto sucediera, Tuirán condicionó –en junio–, la entrega de recursos adicionales a ocho universidades con presiones financieras (jubilaciones y pensiones) “únicamente si realizan reformas estructurales que garanticen que ya no los volverán a generar”. Luego arribó la OCDE, la que, primero, demandó que México edifique marcos normativos “estrictos y permanentes ante el “explosivo” crecimiento de instituciones de educación privadas y luego propaló la iniciativa de que las universidades “tendrían que empezar a ser más empresarias ampliando su portafolio de suministro de servicios”. Y después de recomendar “privatizar la educación”, así como “no aumentar el gasto hasta que se lo invierta eficientemente”, Blanca Heredia –su representante en México– sugirió que la SEP debería vincular el “desempeño del dinero invertido en salarios dentro de la carrera docente, desde el ingreso y la promoción hasta la jubilación”, mientras Tuirán reiteraba que las universidades deben “darse a la tarea” de incrementar sus recursos propios y recibir subsidios de los gobiernos locales. Finalmente, invocando una fantástica “democratización financiera” para el ingreso a la educación superior, Tuirán anunció –septiembre– que la SEP lanzaría por primera vez un sistema de créditos administrados por las Sofoles y diseñado por Nafin, mediante el cual los estudiantes podrían adquirir una deuda para cursar sus estudios en universidades privadas y públicas y que deberán saldar al culminar la carrera. Su argumento “fuerte” fue: si realmente “queremos” ampliar la cobertura, se debe crear este sistema “con tasas de interés preferenciales y regulado por el mercado”.
El primer año de la continuidad calderonista cerró con otra perla. Tuirán delineó –también en septiembre– la “principal apuesta” sexenal para la educación superior: transformar la composición de las profesiones, para lo cual se ajustará la matrícula. Se requiere, enfatizó, un “nuevo arreglo institucional”. Pero en octubre trabajadores administrativos, jubilados y pensionados de la Universidad Autónoma de Zacatecas paraban labores para exigir que su rector cumpliera con el contrato colectivo de trabajo y una minuta que lo compromete a otorgar más de 2 millones de pesos para jubilaciones. Este paro cerraba un año de ajustes laborales en las universidades de Sinaloa, Querétaro, Guadalajara, Puebla y Sonora, entre otras.
Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco
(subrayado de la blog).


Los datos contenidos en este artículo periodístico permiten ubicar y entender el marco en el que se está dando la reforma curricular basada en competencias que se lleva a cabo en DGETI.