domingo, noviembre 02, 2008

Rechazan secretarios de Educación dar apoyo incondicional a la ACE


http://www.jornada.unam.mx/2008/11/02/index.php?section=sociedad&article=036n1soc

Exigen ser escuchados y tomados en cuenta en las decisiones sobre su instrumentación

Rechazan secretarios de Educación dar apoyo incondicional a la ACE

■ “Estamos de acuerdo con la demanda de calidad, pero no con los mecanismos para aplicarla”, dicen

Laura Poy Solano (Enviada)

Ampliar la imagen La presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo, en imagen de archivo Foto: Marco Peláez

Tijuana, BC, 1º de noviembre. A menos de seis meses de la puesta en marcha de la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE), autoridades educativas estatales demandaron a la Secretaría de Educación Pública (SEP) no recibir un trato de “enemigos”, en un nuevo desencuentro con la titular del ramo, Josefina Vázquez Mota, a quien exigieron ser “escuchados y tomados en cuenta” en las decisiones para aplicar el acuerdo.

Al concluir la 14 sesión plenaria del Consejo de Autoridades Educativas (Conaedu), que se realizó ayer en esta ciudad, afirmaron que en la instrumentación del acuerdo la SEP “nos quiere ver como si fuéramos sus 32 enemigos, y no es así. Ni siquiera estamos haciendo grilla”, y condicionaron su “apoyo total” a la alianza a que se realice una evaluación a fondo de sus resultados y alcances.

“Estamos desconcertados. Queremos que nos escuchen, participar en la toma de decisiones, porque nunca se ha querido regionalizar la alianza, y se les olvidó que tenemos 1.2 millones de maestros con la piel muy sensible”, advirtieron secretarios de Educación estatales, quienes prefirieron guardar el anonimato.
Recordaron que el llamado al diálogo con la SEP “lo hicimos desde el encuentro de Conaedu en septiembre pasado. Inclusive se nos dijo que como éramos muchos convocarían a reuniones regionales, pero no hubo resultados, porque estamos en las mismas, no nos escuchan”.

Tras rechazar, en la sesión de trabajo, suscribir un punto de acuerdo para garantizar el aval “incondicional” al pacto educativo firmado el pasado 15 de mayo por Elba Esther Gordillo Morales, líder del gremio magisterial, y el presidente Felipe Calderón Hinojosa, aseguraron que “estamos de acuerdo con la demanda de calidad para el sistema educativo, pero no con las formas y los mecanismos para imponer el acuerdo”.
Ante la presencia de Vázquez Mota, los responsables estatales se negaron a suscribir un punto de acuerdo propuesto por el secretario de Educación de Baja California, José Óscar Vega Marín, quien presentó la iniciativa por escrito para avalar la alianza de forma “incondicional”, lo que abrió un acalorado debate que se prolongó por más de una hora.

Autoridades educativas del norte del país demandaron frenar “toda simulación” y evitar que dichos encuentros se conviertan en “sesiones de levantadedos”, por lo que insistieron en revisar a fondo la aplicación de la alianza, y subrayaron que no es posible avalar el acuerdo “sin ninguna condición, si no sabemos ni cómo va; así que primero evaluamos y luego decidimos”.
Después de diversas intervenciones en contra del punto de acuerdo, el pleno de la Conaedu sólo aprobó ratificar los objetivos de la alianza y celebrar una reunión para evaluar sus mecanismos a solicitud de los secretarios de Educación de 23 estados, y de los subsecretarios de Educación de Tamaulipas, Querétaro, Puebla, Hidalgo, Guerrero, Baja California Sur, Coahuila y Aguascalientes.


Conaedu no es un frontón: secretarios
Secretarios de Educación de diversos estados también demandaron que las sesiones plenarias de la Conaedu “no queden como reuniones donde venimos a escuchar informes de los subsecretarios, sino como espacios de debate donde se nos tome en cuenta, porque esto no es un frontón, donde la pelota va de un solo lado. Un diálogo es de dos, y en ambas direcciones”.

Ante el rechazo total a la ACE en Michoacán y Oaxaca, al que se sumaron Morelos, Puebla, Guerrero y Zacatecas, estados como Chihuahua, Querétaro, Quintana Roo, Campeche, Veracruz, Chiapas y Coahuila, donde hay “claras muestras de inconformidad”, advirtieron que “hay conflictos que se administran, y otros que se resuelven, y los temas educativos se resuelven. El caso de Morelos dejó muy claro que se debe respetar más la dignidad del magisterio”, concluyeron.

miércoles, octubre 01, 2008

La Reforma integral de la educación media

Reforma integral de la educación media superior.
Desarrollo del modelo de Competencias.

México está sumido en una de las peores crisis de toda su historia. Los problemas, graves, azotan todas las áreas de la vida social: económica, política, cultural, educativa, ideológica y espiritual. El reto para resolver estos problemas es grande y requiere de soluciones coherentes, democráticas, comprometidas socialmente, participativas. Es en este panorama, planteado muy brevemente, en donde se inserta la denominada Reforma integral de la educación media superior.

Este nivel educativo ha sido descuidado por décadas y, en términos generales, padece falta de infraestructura, pocos recursos económicos, sobrepoblación estudiantil, docentes mal pagados, problemas con las plazas de trabajo, autoritarismo y falta de democracia sindical. Una reforma de verdad integral estaría avocada a resolver esta difícil problemática, pero en este caso no es así. Esto se debe a que no se trata de una reforma democrática en la cual participe ampliamente la base docente, con sus propuestas, desde abajo. Por el contario, se trata de una reforma vertical, antidemocrática, impuesta no sólo a nivel nacional, sino determinada en sus líneas más importantes, desde el exterior, por el Banco Mundial y uno de sus brazos: la OCDE.

Esta “Reforma integral” obedece a los planes del capitalismo transnacional, neoliberal, globalizador en la educación, y se impone a nivel mundial para responder a los intereses del nuevo nombre del imperialismo. En este sistema económico, la educación es concebida como una mercancía sujeta a las leyes del mercado, a las leyes de la oferta y la demanda. Ya no es un derecho de los ciudadanos, sino que se trata de un servicio que se privatiza cada vez más. Es un modelo educativo que no busca la formación integral del ser humano, porque esto no sirve a los grandes intereses del capital. Se trata de un modelo parcial, que no busca la formación completa de nuestros bachilleres técnicos, sino la capacitación de empleados obedientes, adaptados, acríticos, ahistóricos, pero eso sí: competentes.

Sin duda que cualquier sociedad requiere de profesionales competentes, que cuenten con los conocimientos, capacidades, actitudes y valores que lleven a término óptimo el trabajo, pero cómo lograrlo en México con nuestros estudiantes de educación media superior, cuando su currícula se ha visto mutilada por la falta de asignaturas como Historia, Metodología, Filosofía, entre otras, y una formación humanística, artística y cultural. Todo esto no interesa los grandes capitalistas, más bien les estorba.

El modelo educativo basado en competencias no responde a los intereses de nuestra sociedad ni va a venir a resolver los graves problemas en los que estamos inmersos porque es un modelo parcial, impuesto, limitado, incongruente. Ahora todos los docentes tienen que entrarle, ser “facilitadores”, como si todo su pasado pedagógico y didáctico ya no valiera; nos vienen a descubrir el hilo negro y el agua tibia, con que hay que prepararse para el cambio, para capacitarse toda la vida, como si el mundo educativo se hubiera inventado ayer, y toda nuestra historia académica no tuviera ya ningún valor; como si nunca se hubiera relaciionado con el trabajo concreto; plantear esto es definitivamente mentiroso y manipulador.

Reducir un modelo de bachillerato técnico a meras competencias es hacerle el guante a la medida a la iniciativa privada y al capital transnacional, formándole cuadros de futuros trabajadores “competentes”; debemos preguntarnos si eso es lo que necesita nuestro país. ¿Acaso no requiere más bien de jóvenes formados de manera integral, y por supuesto competentes, pero no sólo para la iniciativa privada sino para los cuadros de servicio público, organizaciones no gubernamentales y en general para la sociedad civil?

En los datos que la OCDE proporciona estamos en los últimos lugares en todas las valoraciones, y esto es porque a parte del enorme atraso que tenemos en todas las áreas, también es porque se nos encajona en evaluaciones diseñadas para otros países, para otros contextos, y por tanto esos resultados no son tan objetivos como se pretende.

Ya metidos a fuerza en este terreno, debemos buscar por todos los medios que nuestro concepto y redacción de competencias para nuestros programas de estudio sea lo más completo posible, integral, que consideren competencias de tipo histórico, metodológico, crítico, teórico y social.

Se requiere que nuestros docentes lean, investiguen, que no se traguen ingenuamente el bajo nivel de capacitación que se les quiere impartir. Sólo de esta manera lograremos planear competencias de alto nivel, que respondan a la grave problemática educativa que padece la educación media superior. Se requiere también que las autoridades sean pacientes, que no quieran imponer una reforma en unos cuantos meses, sino que se planee bien, con responsabilidad, con participación docente.

Es necesario también ligar el concepto de competencias a marcos teóricos y a propuestas metodológicas diversas, no pretender que dicho concepto es unívoco o que existe una sola manera de comprenderlo. He escuchado por ahí que “para qué la teoría, es mucho rollo”. Debemos enfatizar que sin teoría ni aparato crítico no hay ciencia. A menos que la idea de fondo sea la de hacer una reforma sobre las rodillas o de plano con intereses meramente pragmatistas y para obedecer dictados extranjeros que no se preocupan por el bienestar de nuestros pueblos.

La perspectiva de las competencias desde la defensa de la educación pública es un paso fundamental y no debe ser descuidado. México tiene una enorme historia en el terreno pedagógico, desde los olmecas, toltecas, mayas, mexicas, hasta el periodo postrevolucionario de 1910, ¿cómo tirar al olvido esa riqueza? ¿Por qué sustituirla por modelos limitados y mutilantes de la inteligencia?

En síntesis, es necesario dejar de lado los modelos bancarios de la educación, dejar atrás los modelos limitativos de competencias y sustituirlos por otros enriquecidos con los aportes de nuestra historia, acordes a nuestro contexto y a nuestra problemática actual. En donde no sólo se piense en el modelo del gran capital transnacional y nacional, sino en enriquecer en todos los sentidos a las grandes masas populares de nuestra población y en particular a nuestros jóvenes.

La redacción técnica de las competencias no tiene mayor problema, lo verdaderamente esencial a ser considerado está en instrumentar en ellas, de manera muy amplia, los aspectos filosóficos, teóricos, metodológicos, críticos, históricos y contextuales; eso es lo fundamental.













Alfonso Franco Tiscareño
Docente de la Academia de Comunicación del Cetis 49
Xochimilco

lunes, septiembre 15, 2008

Competencias, educación inhumana

La Jornada
sábado 13 de septiembre de 2008Opinión

Las repercusiones sociales de una política educativa importada
Guadalupe Poujol Galván*

Para conocer el origen de la Alianza por la Calidad Educativa entramos a la página del Banco Mundial (BM) en Internet y encontramos que la mencionada política recibe todo el respaldo de dicho banco; si bien se oculta su autoría, la orientación del único documento que se ha hecho público da lugar a creer que ha sido diseñado casi totalmente por el BM y que se le han dado, si acaso, algunos toques locales.
En América Latina tenemos suficientes evidencias de que las políticas públicas que impone el BM, junto con otros organismos financieros internacionales de corte neoliberal, profundizan la desigualdad social.

En esta pretendida Alianza por la Calidad Educativa (ACE), de la cual sólo se dan a conocer escuetas líneas generales, sin un diagnóstico previo o sustento, salta a la vista la orientación económica y política del BM. Aquí analizaremos algunas de ellas:


Las estructuras económicas y políticas que generan desigualdad social no se mencionan, por lo que no se reconocen las profundas disparidades que esto genera en las condiciones de vida de los alumnos, en su capital cultural y sus repercusiones en el trabajo docente; tampoco se tocan las rígidas jerarquías, la pesada burocracia, la corrupción y simulación entre la Secretaría de Educación y las cúpulas del sindicato de maestros. Su idea de calidad se superpone a una estructura viciada e inequitativa.
Para el BM la educación pública debe ser rentable y varias de las áreas mencionadas en la ACE se abren a la participación del capital privado, como la capacitación docente, la certificación de habilidades, la evaluación. Con esta estrategia se niega la capacidad acumulada y los conocimientos generados en torno de la escuela pública en los institutos y universidades mexicanos, así como la participación de los actores centrales: los docentes mismos.


Es pertinente con la visión de la educación como mercancía del BM evaluar los resultados del aprendizaje en torno de las competencias; así, se compra y se vende lo que se sabe hacer, y otros rasgos como el saber ser y el saber convivir no cuentan. En esta perspectiva reduccionista no se consideran los procesos afectivos y socioculturales que están en la base del aprendizaje. Antes de aprender hay que desear aprender, encontrándole un sentido. Los procesos fundamentales de la educación tienen que ver con disposiciones y capacidades como la capacidad de amar y desear, amarse a sí mismo, a los otros, a la naturaleza, al saber, desear ser alguien que sabe, desear ser parte de una comunidad; por ello la educación no puede limitarse a evaluar competencias.

Siguiendo con esta argumentación, en la evaluación estandarizada que promueve el BM mediante esta política educativa, con criterios para países desarrollados, ¿dónde queda la posibilidad de valorar el desarrollo de la personalidad moral en los alumnos? La falta de interés y participación en los asuntos públicos, así como la descomposición del tejido social, nos indican que este tema es una prioridad. Las pruebas estandarizadas difícilmente podrán dar cuenta de los más importantes procesos formativos: la reflexión sobre sí mismo, sobre el mundo, la genuina comunicación con otros, la autorregulación, el reconocimiento de los otros, la solidaridad y la capacidad de negociar y gestionar con otros la mejora continua del ambiente grupal. Si estos aspectos no se evalúan ni cuentan para los estímulos económicos, ¿quién se va a preocupar de promoverlos?

Evaluar con una misma prueba a todos los escolares niega la desigualdad social y la diversidad cultural. No tomar en cuenta las condiciones de vida y la distancia cultural entre los niños y la escuela propicia más discriminación y exclusión social. ¿Qué escuela va a querer aceptar a niños lentos, desatentos, con dificultad para aprender, pobres, hablantes de una lengua indígena, en extraedad, que les harán bajar los puntajes?

El lugar social que se asigna al docente en esta alianza es de descalificación; se le impone un programa, unos medios, unos fines, además se le vigila estrechamente, se le premia si logra alcanzar los criterios de calidad definidos en otro lado, no se le reconoce su capacidad creativa para hacer frente a la diversidad de los alumnos. El docente es capaz de crear y transformar la cultura, y no se puede hacer una alianza por la calidad educativa sin reconocer el valor intrínseco de las maestras y maestros.


Todos los estudios a escala nacional y mundial sobre los sistemas educativos destacan como vía para mejorar la calidad de las escuelas el trabajo colegiado de docentes; la ACE rompe con la posibilidad de colegialidad, ya que pone a competir a los docentes entre sí, por los estímulos económicos. Si lo que se va a estimular son los resultados, no habrá tiempo para promover procesos educativos colectivos, que son los que tienen mayor calidad. El ambiente de trabajo se volverá más tenso y conflictivo, por la vigilancia y persecución evaluatoria.

En la perspectiva neoliberal del BM que se manifiesta en la ACE, haciendo a un lado las causas que generan pobreza, merece atención solamente la pobreza extrema. Numerosas investigaciones identifican a la pobreza y a sus secuelas en las familias de los escolares como un factor que explica el fracaso escolar, por lo que atender la pobreza extrema de los alumnos es insuficiente, cuando se requiere un cambio en la política económica y social que ponga en el centro la creación de condiciones favorables para alcanzar el disfrute de los derechos humanos de más de 60 millones excluidos. No es suficiente darle unos pesos a las familias en extrema pobreza para quitarles el hambre, porque para que los padres puedan brindarle a sus hijos las bases educativas que les permitan aprender en la escuela requieren condiciones para gestionar una vida digna, y no de zozobra, inseguridad, falta de tiempo y de calma que padecen actualmente.

La ACE no toma en cuenta nuestra historia, ni nuestro contexto, va a contracorriente de la evolución de la cultura pedagógica, es regresiva en muchos aspectos. Los educadores mexicanos, estudiosos, expertos e interesados en la educación somos capaces de construir políticas y estrategias para superar los grandes problemas de la educación pública, dialogando con los que toman decisiones y controlan los presupuestos. Reconocemos que es tarea prioritaria, asumamos esta responsabilidad.

* Universidad Pedagógica Nacional




domingo, agosto 24, 2008

¿Alianza para la calidad de la educación?/ Di no a su modelo de competencias

La Jornada. 24 de agosto 2008
http://www.jornada.unam.mx/2008/08/24/index.php?section=politica&article=003n1pol

■ Lesiona los derechos adquiridos por años, afirman integrantes de la sección 19 del SNTE
Intensifican las protestas para echar abajo la alianza educativa
■ Casi 20 mil mentores de Morelos rechazan el pacto entre Gordillo y el gobierno calderonista
■ Acusan que la lideresa sindical ha comenzado “la represión para desestabilizar al movimiento”
Emir Olivares Alonso
Ampliar la imagen Los profesores de Morelos advierten que su lucha no cejará, y adelantan que mañana realizarán una caravana hacia la Secretaría de Gobernación Foto: Guillermlo Luna / La Jornada Morelos

El descontento del magisterio contra la Alianza por la Calidad de la Educación –firmada por la dirigente del gremio, Elba Esther Gordillo, y el gobierno federal– crece en el país, y muestra de ello es Morelos, donde los integrantes de la sección 19 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) intensificaron sus movilizaciones para echar abajo el acuerdo que, dijeron, “lesiona violentamente los derechos adquiridos en años por los profesores”.
Debido a ello, los mentores morelenses iniciaron un paro indefinido de labores en su estado desde el pasado 13 de agosto, hasta que no se resuelvan su demandas. Lilia Vallalva, Luisa Castillo y Valentín Chávez, integrantes de la sección 19, señalaron en entrevista que de los 22 mil trabajadores de la educación registrados en la entidad, 90 por ciento participa en el movimiento debido a que no acepta el acuerdo entre la administración de Felipe Calderón y la dirigencia del SNTE.

En un documento que hicieron llegar al gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame Castillo, los mentores exponen que la Alianza por la Calidad de la Educación es “ilegítima, inconstitucional y antijurídica”.
La consideran “ilegítima” debido a que Gordillo Morales ostenta “apócrifamente” la presidencia del SNTE, por lo que al signar un documento con las características de este acuerdo “sólo refleja la posición particular de una persona y no constituye formalmente la decisión y convicción del magisterio mexicano”.
Enseñanza basada en competencias
Los docentes agregan que el acuerdo educativo es “inconstitucional” en “virtud de que violenta expresamente” varios artículos de la Constitución, además de que al “establecer literalmente el impulso de una educación basada en ‘competencias’, la alianza vulnera el carácter colectivo, humano, fraterno e igualitario de la educación que la Constitución garantiza a los mexicanos, promoviendo al contrario la individualización, el egoísmo, la enajenación y la perversión de la conciencia humana, haciéndolo proclive a una visión fanática hacia el consumismo y a la enajenación basada en el comercio voraz”.

Asimismo, señalaron que la citada alianza es “antijurídica” ya que al firmarla se “desconocen de fondo” varios numerales de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, como el de las horas extras, las causas por las que un empleado puede ser suspendido temporalmente, los motivos por los que se pueden cambiar, “con lo que al libre albedrío de los dirigentes se podrá suspender al trabajador y ofrecer su plaza”.
Durante la entrevista, los profesores aseguraron también que el acuerdo termina prácticamente con el escalafón, pues “deja de lado” los años de experiencia en el servicio pedagógico para la obtención de plazas, al sustituirlos por la aplicación de un examen de oposición.
Al respecto, afirmaron que en Morelos la aplicación de esta prueba “fue un proceso dudoso, ya que hubo repetición de folios, entrega de exámenes sin resolver y con sólo el nombre de quien se sometió a éste; a algunos docentes se les permitía salir del lugar de aplicación con todo y las hojas, y regresar y hasta sacarle copias, sin que se modificara el folio, ya que no alcanzaron”.

Otro hecho que provocó la crítica de los profesores es que en Morelos se hayan presentado mil 500 solicitantes para sólo alcanzar una de las 50 plazas que se ofrecieron en la entidad.
Agregaron que la alianza impulsa la erradicación de las cooperativas escolares, para crear tiendas concesionadas a empresas, “con lo que se alentaría el consumo de productos chatarra en los niños, lesionando su salud”, además de que genera competitividad entre los diferentes planteles escolares para que, “con base en un aparente rendimiento, busquen más recursos”, lo que afectaría a las escuelas con menor población de alumnos y docentes.

Por estas razones, señalaron Vallalva, Castillo y Chávez, la mayoría de los integrantes de la 19 decidieron tomar el edificio sede de la sección y desconocer al comité ejecutivo seccional, encabezado por Manuel Rodríguez Olvera, “pues consideramos que no ha fungido como nuestro representante al traicionar a la base trabajadora por no tomarla en cuenta para firmar la alianza”.
Denunciaron que Gordillo Morales “ha comenzado con la represión para desestabilizar el movimiento”, pues la semana pasada envió a dos emisarios que amenazaron con despidos, actas de abandono de trabajo y administrativas, así como descuentos salariales a profesores de diversas regiones de Morelos.

Los mentores lamentaron la “falta de voluntad” del gobernador estatal para resolver el conflicto. Mencionaron que el lunes de la semana pasada una comisión fue recibida por funcionarios del gobierno de la entidad, donde se acordó efectuar una nueva reunión el pasado miércoles, y “pese a que existía una minuta con el compromiso, nuestra comisión no fue recibida. Vemos una total insensibilidad del gobernador; tal parece que no le interesa la educación; pero le recordamos que no somos pocos los que nos hemos movilizado”.

Ante estas circunstancias, señalaron que a partir de esta semana “radicalizarán” sus acciones, además de que el lunes realizarán una caravana del poblado Tres Marías, ubicado en la carretera México-Cuernavaca, hacia la Secretaría de Gobernación, donde prevén entregar su pliego de demandas. “La Alianza para la Calidad de la Educación se puede echar abajo, porque no es una ley”, advirtieron.

lunes, agosto 04, 2008

Adiós a la historia y a las ciencias sociales

Desde varios frentes de la inteligencia nacional se ha señalado, pero nadie parece darse cuenta. A pesar de ello, aquí una nota más al respecto. Un apunte del eminente científico social Pablo González Casanova, quien señala el bárbaro atentado contra nuestros jóvenes estudiantes al arrancarles de las currículas la asignatura de Historia Mundial y de México, para que en un futuro inmediato sólo sean seres acríticos, desenraizados, buenos y obedientes empleados, y excelentes consumidores: carne de cañón para el sistema rapaz neoliberal globalizador.

La Jornada. 4 de agosto del 2008
http://www.jornada.unam.mx/2008/08/04/index.php?section=opinion&article=012a1pol
Pablo González Casanova
¿A dónde vamos?

Un poco de historia de la actualidad se hace necesaria. La grave situación del país implica detenerse a pensar en medio de la batalla por el petróleo... En la época de Díaz Ordaz ya empezaron las políticas financieras neoliberales. Sus primeras víctimas fueron los profesionistas y las universidades. Recuérdese el mo- vimiento médico del 66, y el movimiento estudiantil del 68. Una de sus causas fue la falta creciente de recursos para fines sociales; otra, la crisis del autoritarismo generalizado que escondía tanta hipocresía y violencia. Los movimientos tuvieron también como origen el nuevo planteamiento de una sociedad mejor, frente a las corrientes cada vez más deterioradas del nacionalismo revolucionario, de la socialdemocracia acomodaticia y del socialismo burocrático y sus conocimientos oficiales.


Las políticas neoliberales continuaron avanzando. Los obstáculos que enfrentaron fueron efímeros y poco consistentes. De 1970 a 1976 se inició un endeudamiento externo creciente que llevaría a la nueva dependencia del Estado. De 1976 a 1982 aumentaron los ataques de las grandes empresas a los funcionarios públicos calificados de populistas, en quienes destacaron sus contradicciones. La frivolidad del discurso oficial se hizo evidente en ese sexenio y la nacionalización de la banca sólo echó fuego a la hoguera.

La cólera de los afectados en sus grandes intereses, lejos de amainar, se hizo terminante. Si hasta entonces el gobierno se veía obligado a obedecer el perfil que los empresarios le trazaban para la designación del secretario de Hacienda, desde 1982 los tomó muy en cuenta para la elección de un candidato a la Presidencia de la República “políticamente correcto” que reiniciara el proceso de privatización de la nación entera, empezando por devolver la banca a sus antiguos propietarios. Éstos, a poco de comprarla, la vendieron a los grandes bancos de Estados Unidos y Europa.

Así, por etapas bien calculadas, según la correlación de fuerzas, empezó el paso de mando del PRI al PAN, y de un sistema en que predominaba el partido del Estado (el partido como la institución electoral del Estado) a un sistema político con “partidos de Estado”, cuya gama ideológica se enriqueció desde el ingreso del Partido Comunista con genuinos intentos por sus militantes para fortalecer la “vía pacífica”, intentos que pronto terminaron con muchos de ellos asesinados y otros, tal vez más numerosos, cooptados. Por supuesto subsistieron algunos ex comunistas respetables.

En las mismas décadas de los 70, la eliminación y la cooptación pusieron también en crisis a las guerrillas de presión social y negociación social, como la de Genaro Vázquez, quien fue asesinado al no transformar la negociación social en negociación personal. Después de los años 60, en los movimientos rebeldes armados proliferó la idea de una revolución del nuevo tipo, que desde los años 60 luchaba por la toma del poder como objetivo estratégico. En todo caso, los sucesivos gobiernos priístas, mediante la represión y la cooptación, habían controlado y siguieron controlando las “insurrecciones” de mineros, ferrocarrileros, trabajadores de la construcción... al mismo tiempo que fortalecían el sindicalismo oficial y rehacían las políticas sociales, culturales, económicas y financieras que, entre incontables dificultades, contradicciones y debilitamientos trataban de mantener como política de un Estado social y nacional cuyas fuerzas e integrantes se aburguesaban cada vez más, no sólo en el terreno económico-social, sino en el terreno ideológico, político y militar.


La crisis del “Estado social” comprendió incluso a muchos de los grupos opositores más radicales, y derivó en el florecimiento de un conformismo jocoso y costoso, de una negociación lucrativa y entreguista, de un escepticismo racionalizador y un cinismo retador y prepotente. Una nueva cultura individualista, “realista, corpo- rativa”, se extendió por todas partes, en un proceso de “percolación”, parecido al de las pandemias que pasan de mostrar síntomas aislados a extenderse en regiones enteras del organismo enfermo, quedando inmunes sólo unos cuantos grupos e individuos.

Posponer el diluvio
La historia de hoy puede resumirse en la de una ocupación integral del Estado y la nación. La privatización es el nuevo nombre de la ocupación. Con la creciente deuda externa las grandes empresas consolidaron el triunfo que habían alcanzado al impedir la reforma fiscal que las afectaba; el gobierno en turno logró mantener ciertas políticas sociales que aseguraban su estabilidad. Se fue acostumbrando a una lógica política de “posponer el diluvio”. Hizo concesiones a futuro con tal de resolver problemas inmediatos. La deuda externa no dejó de incrementarse. Con ella, los acreedores lograron influir más y más en el presupuesto de ingresos y egresos del país. Todo se hizo como si estuviera premeditado. Entre negociaciones de cúpula, los prestamistas pedían un poco menos de lo que pedirían después.

Con la pérdida de la política económica no sólo vino una merma del poder del presidente y el Congreso, sino la pérdida de autonomía del gobierno en la política monetaria: el Banco Central pasó a ser dirigido por un funcionario que desde entonces es designado por el Banco Mundial, por supuesto en formas mediadas y encubiertas.

La posibilidad de apoyar a los exportadores con devaluaciones de la moneda, o la de apoyar a los patrones con disminuciones al salario real, mediante la congelación de salarios y aumento de los precios, ya sólo fue un privilegio de las grandes fuerzas financieras y patronales y monopólicas predominantemente extranjeras.

La ocupación como privatización fue legitimada por los economistas neoliberales que pretendían representar “la última palabra de la ciencia”, costumbre que les es característica desde Adam Smith y que ellos cultivan, aunque sin la misma franqueza, pues no dicen, como aquél, que la liberalización de los mercados favorece siempre a los países más industrializados y poderosos en detrimento de los más débiles, y a las empresas más fuertes a costa de las más débiles.

La ocupación integral no descuidó el terreno militar: incrementó la formación de cuadros en las escuelas del imperio e “internalizó” un nuevo concepto de la guerra en que el militar deje de sentirse defensor de la patria frente a los enemigos extranjeros, y se prepare para luchar contra su propio pueblo y contra los grupos criminalizados por el gobierno en turno, preparación que lo lleva a participar hoy en la guerra de competencia por el narcotráfico, y a intimidar, acosar y vejar a pueblos indios potencialmente despojables y desechables, que ocupan territorios ricos en recursos naturales de los que las compañías sueñan con apoderarse.

En el campo de la educación y la cultura, la ocupación tuvo importantes triunfos en la enseñanza primaria y secundaria, con reformas a los planes de estudio que con el pretexto de dar más importancia a las ciencias no enseñan ni las ciencias ni las humanidades, y hacen olvidar la historia de México y el mundo. El manejo del presupuesto de egresos tendió a disminuir los recursos humanos para la formación de técnicos de alto nivel en la agricultura, los energéticos, las comunicaciones y transportes, la industria y los servicios. Después trató de privatizar del todo a la educación superior y se enfrentó a una heroica resistencia que encabezaron los estudiantes de la UNAM hasta detener el golpe. No por eso cejaron los privatizadores. Sus “expertos” de Estados Unidos y Europa siguieron proponiendo como lo más moderno una educación de pocos, para pocos y con pocos, la más “funcional” según ellos, y sí lo era para el país que tenían en mientes, un país carente de mercado de trabajo para los egresados de las escuelas profesionales –médicos, ingenieros agrícolas, petroleros y civiles, economistas, abogados, etcétera– en un país al que pensaban quitarle y le estaban quitando y debilitando su seguridad social, sus empresas públicas, sus actividades culturales para los pueblos.

La demanda de privatización y de educación elitista no quería sólo ajustar la oferta a la demanda de empleos “innecesarios”. También buscaba la clausura institucional de la universidad mexicana –y latinoamericana– esa casa que difunde la razón, el derecho, la historia, el pensamiento crítico, es decir, todo aquello que causa terror a quienes no tienen la razón ni el derecho y que recientemente han calificado a la universidad de vivero de terroristas.

La ocupación integral neoliberal de los centros educativos logró de todos modos obtener importantes triunfos. Hoy se encuentran sin universidad y sin empleo una inmensa cantidad de jóvenes, al tiempo que baja la escolarización y suben los niveles de analfabetismo e ignorancia.
Se trata de una eficiente política para el subdesarrollo por la que sus artífices son “evaluados” como sobresalientes.

En las luchas por la cultura, la ocupación neoliberal logró un triunfo increíble cuando el Poder Legislativo privatizó las funciones públicas de la televisión y de los medios de comunicación de masas, lo que permitió a los ocupantes quedarse con la política de los “conocimientos prohibidos”. Del “lenguaje políticamente correcto” y de una “realidad virtual” unánimemente difundida como imperante espejismo de oasis sin agua, y de un México feliz habitado por débiles mentales y gobernado por personas realmente serias y respetables que son objeto de infundios lanzados por ambiciosos corrompidos –como los de “La consulta”– y por alborotadores que arman escándalos en lugar de ponerse a trabajar.

La ocupación integral también logró combinar la cultura autoritaria y corrompida de las oligarquías republicanas con la cada vez más influyente de los encomenderos y de las oligarquías mentalmente colonizadas por la España de Carlos V y por la “anglo” neoconservadora, que maltratan el idioma español queriéndolo hablar como los españoles o como si fueran estadunidenses.

En el terreno de la política y la sociedad, de las finanzas y la economía, la ocupación neoliberal logró privatizar al Estado mismo a niveles sin precedente. En México, como en otros países del mundo, se impuso la cultura del “mentiroso en palacio”, y de “la hipócrita Albión”, expresadas por los nuevos “señoritos” posfranquistas y por los voceros de Washington, las mafias de Wall Street y los rancheros de Texas o California.

A esas herencias enajenadas se añadió la cultura de la trampa de los caciques nacionales, blancos y mestizos, que se juntó a la cultura de la trampa de los gángsters electorales de Florida, y de otros estados del “vecino país del norte”. La representación de la “representación democrática” puso en escena falsas discusiones legislativas que pretenden deliberar con toda libertad un proyecto que aprueban en lo fundamental, por el que venden su voto u obedecen a la superioridad.

La ocupación más fondo se da en la separación creciente entre “el México formal” y “el México real” con métodos inusualmente legitimados de violar las formas en el momento mismo de aplicarlas. Así ha aparecido un nuevo tipo de golpes de Estado que ocurren a la hora de las elecciones y no después, o el asesinato de numerosos periodistas combinado con el respeto de la libertad de crítica y expresión, o las reformas de hecho a la Constitución sin que se hayan reformado los preceptos correspondientes (por ejemplo a Petróleos Mexicanos), combinaciones difíciles de explicar hasta para muchos “entendidos”, cuando no se advierte que las leyes no se usan para regular, sino para legitimar o criminalizar.

La ocupación privatizadora ha logrado separar como nunca a “la clase política” de sus “bases sociales” con lo que debilita a aquélla y éstas, y deja que todas se desmoralicen en medio de una crisis moral e ideológica insuperable mientras sus víctimas no piensen construir otro mundo alternativo y las organizaciones necesarias para alcanzarlo. Mientras tanto, la manera en que “la clase política” (o una parte de ella) entiende “lo político” consiste en someterse más y más a los ocupantes con una opción: el servilismo o el arreglo en “lo oscurito”.

Ciertamente en todo este terreno la responsabilidad de las fuerzas independientes o alternativas es muy grande y difícil de asumir, pues enfrentan una separación estructural entre los pueblos y trabajadores pobres, no organizados ni con derecho a organizarse y negociar (por un lado), y los trabajadores que gozan más o menos de esos derechos, aunque las organizaciones y negociaciones sean en circunstancias cada vez más adversas, dadas las políticas neoliberales que amplían el campo de “lo no negociable”.

La separación social, cultural, política e ideológica entre los pueblos y trabajadores excluidos y los organizados plantea la necesidad de tender puentes, sobre todo en las luchas cruciales por objetivos que son a la vez inmediatos y de largo plazo.

El respeto a la autonomía de quienes juntos den una misma batalla será tan necesario como la conjunción de sus fuerzas. En la unión por metas concretas con autonomía de los participantes se encuentra el último recurso de que dispone México para no entrar en una situación caótica en que a la ocupación del país mediante la privatización de sus bienes y recursos se añada la privatización mediante la intervención militar de “la comunidad internacional” encabezada por Estados Unidos.

La ocupación privatizadora y neoliberal de México ya es colosal. Además del dominio de la política crediticia y monetaria, de las finanzas públicas y de los medios de comunicación de masas, el proceso de ocupación integral abarca la privatización de correos, carreteras, puertos y aeropuertos, líneas aéreas y comunicaciones telefónicas, grandes diarios y fuentes de información, tierras fronterizas y playas, y territorios en que reinan las compañías herederas de Mamita Unay.

El nuevo tipo de megaempresas dispone en cada una, de toda la cadena que le permite dominar a los mercados. Cada una posee sus propias fuentes de financiamiento, de tecnología y producción, de comunicación, de transporte y almacenamiento, de distribución al mayoreo y al menudeo, de insumo y seguridad, todo a cargo de sus sucursales, de pequeñas y medianas empresas subcontratadas, y de tendajones y vendedores ambulantes.

Es más, al refuncionalizar a los estados y a los sistemas políticos, las megaempresas logran convenios y contratos, concesiones, exenciones, difericiones y cancelaciones de pagos billonarios, así como leyes, decretos y acuerdos que les son altamente favorables.

Desde el TLC hasta hoy, las megaempresas se han ido apoderando de más y más territorios y tierras, y de los mercados nacionales y regionales de todo el país. México depende de las megaempresas y sus gobiernos, entre los cuales está incluido cada vez más “el nuestro”. Hoy dominan el mercado del dinero, del crédito, de los granos y de la fuerza de trabajo.

Conocedoras de sus triunfos, las megaempresas y los complejos militares empresariales están conscientes también del creciente descontento que generan entre desempleados, desplazados y los despojados de tierras y trabajo, educación y seguridad, y hasta de medicinas y alimentos.
Las megaempresas tienen una clara idea de los peligros que las amenazan en el futuro inmediato y están preparadas para enfrentarlos. Ya pueden sus voceros anunciar que México será la cuarta potencia mundial en pocos años –como afirmó Calderón recientemente– o que “el peligro de la crisis está bajo control”, y otras linduras; pero a las predicciones y “simulaciones de futuros” de los expertos neoliberales mexicanos se añade una predicción real, concreta: un muro gigantesco que separa a todo México de Estados Unidos y Canadá.

El inmenso muro da clara idea del futuro que nos aguarda de continuar el camino que hemos seguido en los pasados 30 años. Sin querer, “Norteamérica” nos amenaza y nos junta con América Latina e Indoamérica, con sus pueblos y trabajadores. Con su Gran Muro como señal que hasta los ciegos ven, nos invita a no caer en el grave error de una Palestina invadida y un terrorismo de la resistencia, sino a fortalecer la estrategia de organización y lucha pacífica que la inmensa mayoría del pueblo y los trabajadores de México insistentemente buscan, y que los propios grupos de defensa armada de las poblaciones están de acuerdo en sostener en todo lo que se pueda y mientras se pueda, incluyendo siempre en su más profunda cultura rebelde el rechazo a los actos terroristas como actos crueles que hieren y matan a personas inocentes.

Organizar y concientizar en cambio a la inmensa mayoría de la población con redes presenciales y a distancia que defiendan sus intereses inmediatos y pongan las bases de un mundo necesario y posible es el camino de la solución para que construyamos con otros “condenados de la Tierra”, “otra democracia, otra liberación y otro socialismo”, todos dentro del pluralismo ideológico y religioso con espacios laicos que ya hemos hecho nuestros, y teniendo como fuerza principal de apoyo y decisión a los “pobres de la Tierra”.

Hoy todo voto contra cualquier proyecto de privatización del petróleo de PRI y PAN o sus derivados será un voto por el camino menos doloroso de la historia de México. Es posible que de triunfar el no, Estados Unidos y sus aliados europeos pretendan quitarnos el petróleo, y lo que no han ocupado aún, quieran quitárnoslo con una de esas guerras “humanitarias” que organizan en sus luchas depredadoras por la libertad de mercados y la democracia que no practican, y contra el terrorismo en que son expertos.

A los intervencionistas habremos de contestarles con el presidente católico Benito Juárez: “Que los enemigos nos venzan y nos roben, si tal es nuestro destino: pero nosotros no debemos legalizar un atentado entregándoles voluntariamente lo que nos exigen por la fuerza”. Y después recordaremos a los poetas que dijeron: “Hay en los hombres un infatigable depósito de energía moral, que les permite ser incesantemente rebeldes”. O lo que nos dijeron algunos zapatistas: “Para resistir, luchar y crear se necesitan tres cosas: perder el miedo, tener esperanza y hacer fiesta. Y todo sin perder la dignidad ni la firmeza.

jueves, julio 24, 2008

L educación, un bien público

La Jornada 21julio2008
Néstor Martínez Cristo nestormc63@hotmail.com

La educación, un bien público

De un tiempo a la fecha, en diversas naciones del mundo se desarrolla un gran debate sobre si la educación debe seguir siendo tutelada a escala global por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) o si debe darse un giro radical y ceder el tutelaje a la Organización Mundial de Comercio (OMC).
El asunto no es menor. Es una discusión que las naciones deben entender como de la mayor importancia, pues de la tendencia que termine por imponerse dependerá, en mucho, si la educación será considerada en el futuro como un servicio de tipo comercial o si seguirá siendo vista como un bien público.
Seguramente habrá quienes opinen que la disyuntiva antes planteada no es tan tajante, que no es tan de blancos o negros, es decir, que de las dos grandes tendencias que se confrontan en los foros globales sobre educación pudieran surgir alternativas matizadas con una enorme gama de tonalidades en gris.
Lo cierto es que en el mundo de la educación existe una corriente amplia que propone la internacionalización de la enseñanza, particularmente de la superior, y que ante la liberalización de las economías sostiene que ésta es un servicio y que, como tal, debe ser considerada e incorporada a la agenda.
Es aquí donde esta tendencia choca de manera abierta con quienes sostienen que la educación no puede quedar en manos de los mercados y que de ninguna manera debe ser considerada como un simple servicio de carácter comercial.
La educación, señalan los que se oponen a la liberalización, es un bien público y, por tanto, tiene que continuar siendo supervisada por un organismo de las Naciones Unidas como lo es la UNESCO, que pese a sus deficiencias, no tiene fines de lucro y representa, sin duda, el mejor modelo de un organismo internacional para un asunto tan sensible en el desarrollo de los países.
Si bien en México ese debate no ha aflorado abiertamente, como sería deseable, ni ha sido tema para gobierno, sociedad y medios de comunicación, como sucede en otras naciones y como ocurre en el seno de los organismos internacionales, tampoco se puede asegurar que la confrontación de proyectos no exista en nuestro país.
Ya en más de una ocasión se ha puesto de manifiesto el debate entre esos dos proyectos diametralmente opuestos sobre lo que debe ser la educación en México, aunque haya sido abordado de manera superficial.
Rectores de diversas instituciones públicas mexicanas, encabezadas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), han salido al paso de los intentos mercantilistas que buscan colocar a la educación superior bajo la ley de la oferta y la demanda.
Hace apenas unos días, al ser electo presidente de la Asociación Internacional de Universidades (AIU) –organismo no gubernamental que agrupa a las instituciones de enseñanza superior más prestigiadas del mundo–, el doctor Juan Ramón de la Fuente explicaba que la confrontación de esos dos grandes proyectos educativos es real.
De hecho, gran parte de los apoyos de universidades que llevaron al triunfo al ex rector de la UNAM se debió precisamente a su clara oposición a la mercantilización de la enseñanza superior.
Para De la Fuente, según comentó en una entrevista concedida a una radiodifusora mexicana desde Utrecht, Holanda, donde se llevó a cabo la Conferencia General de la AIU en que resultó electo, la educación no debe quedar bajo la tutela de la OMC, “porque no puede ser vista bajo la óptica de que es un servicio más”.
El avance de la mercantilización de la educación en el mundo, y particularmente en países como México, agravaría sin duda la enorme desigualdad y la inequidad en el acceso a la enseñanza superior.
Corresponde a los estados nacionales, pues, establecer sus propios criterios para regular la educación y, en todo caso, reglamentar el acceso de otro tipo de instituciones con carácter trasnacional.

sábado, julio 19, 2008

Privatización de la educación pública.

Impulsada sobre todo en los estados de la República con gobiernos panistas, aunque no solamente en estos, la privatización de los espacios públicos avanza en todas las áreas de la vida nacional. También en la educación.
La dirección charra del SNTE, las autoridades educativas que dejan mucho que desear como autoridades y no son educadores, la apatía docente, la complacencia, la corrupción que ahoga a la educación, las deudas de tipo político, todo se colude para justificar e impulsar el avance de la privatización de la educación pública. No sólo que las empresas operen los cascarones de las escuelas, sino que las controlen otorgándoles facultades para intervenir en el diseño de las currículas y programas de estudio, como lo pretende la llamada Alianza para la calidad educativa.

Enseguida, un hecho concreto que revela cómo se lleva adelante este proceso dictado desde el exterior por medio del Banco Mundial.
La Jornada. 19 de julio del 2008.
http://www.jornada.unam.mx/2008/07/19/index.php?section=politica&article=014n1pol

■ “El Estado no puede solo”, dice; firma alianza con el gobierno local
Avala Gordillo participación de la IP en educación pública en Guanajuato
Agustín Galo Samario y Raymundo León (Corresponsales)
Elba Esther Gordillo Morales, presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), dijo ayer que debe permitirse a la iniciativa privada participar en la impartición de la enseñanza pública en Guanajuato, porque “el Estado no puede todo”.
Gordillo Morales afirmó lo anterior después de hacer un reconocimiento al presidente Felipe Calderón y a su antecesor Vicente Fox “por su compromiso con la calidad de la educación”.
En el contexto de la firma de la Alianza Nacional por la Calidad de la Educación con Guanajuato, que encabezó junto con el gobernador Juan Manuel Oliva Ramírez en la capital del estado, afirmó que este pacto no es “politiquería partidista”, sino una política educativa de Estado.
El acuerdo, indicó, es una revolución y la vía que permitirá combatir la violencia, el narcotráfico y la intolerancia. Lo que se necesita, “y lo que hemos acordado con apoyo del Presidente de la República”, es que las escuelas estén activas permanentemente, de tiempo completo y de medio tiempo.
“Si bien es cierto que la educación es pública, laica, gratuita y popular, también lo es que no está cerrada a la participación de la ciudadanía. Solo, el gobierno no puede. Y no porque lo diga un dirigente sindical; lo digo porque es una verdad. No somos gente tramposa ni mañosa, no estamos jugando a las escondidas; hablamos con claridad y responsabilidad sobre lo que interesa: los jóvenes, los niños, los adultos”, afirmó.
Por su parte, el mandatario estatal, Juan Manuel Oliva, dijo que uno de los pilares de su gobierno es la educación. Por eso, agregó, al proponerse crear 18 campus universitarios para 25 mil jóvenes en el transcurso de su sexenio, lo hizo convencido de que el acceso a los niveles medio superior y superior son nada sin escuela básica.
Expresó que con la alianza firmada con el SNTE “se puede afirmar que existen bases más sólidas para la modernización del sistema educativo, porque como lo ha dicho el presidente Felipe Calderón, para construir un México ganador hay que apostar por la calidad de la educación”.
En la firma de la alianza también estuvieron presentes los dirigentes de las secciones 13 y 45 del SNTE en Guanajuato, Marco Antonio Miranda Mazcorro y Ángel Macías Jasso, respectivamente, además de los secretarios de Educación del estado, Alberto Diosdado; de Gobierno, Gerardo Mosqueda Martínez; de Salud, Armando Aguirre Torres, y de Desarrollo Social, Juan Carlos López Martínez.
Reconocen a dirigente elbista
Por otra parte, en La Paz, Baja California Sur, después de cuatro meses de espera, el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje reconoció al comité elbista encabezado por Guillermo Aguilar Villavicencio como titular del contrato colectivo de trabajo de la sección tercera del SNTE.
En tanto, el dirigente del comité emanado del congreso de bases organizado por la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación, que se llevó a cabo en mayo pasado, Esteban Ojeda Ramírez, dijo que la toma de nota que exhiben los elbistas
“es espuria”, pues está impugnada mediante un amparo interpuesto ante el juez tercero de distrito en materia de trabajo de la ciudad de México en el expediente 1058/2008

jueves, julio 17, 2008

Competencias educativas y darwinismo pedagógico

Las «competencias educativas» y el darwinismo pedagógico
Por: Renán Vega Cantor

El término competencias aplicado a la educación se ha convertido rápidamente en un soporte fundamental de la estrategia del neoliberalismo pedagógico. Si se revisa cierta documentación al respecto, originada en los más diversos lugares del mundo, se encuentra una increíble repetición de ese vocablo. Lo emplean en Estados Unidos, en la Unión Europea, en los países de Europa del Este, en América Latina, en el sudoeste asiático y donde nos imaginemos. Pero es bueno preguntarse a qué se debe esa unanimidad y qué intereses se encuentran detrás del uso masivo de la noción de competencias educativas.
1. Las competencias y las exigencias laborales del capitalismo
Cabe mencionar que, en términos educativos, la utilización del término competencias es muy reciente. La primera vez que se empleó fue en 1992 en los Estados Unidos, cuando la Secretaria de Trabajo de ese país conformó una comisión de expertos que elaboró un documento titulado «Lo que el trabajo requiere de las escuelas». Nótese que el informe es elaborado por la Secretaria de Trabajo y no la Secretaria de Educación lo que muestra desde un principio quién determina la importancia de las competencias. En el mencionado documento se señala que el sistema educativo debe proporcionar un conjunto de destrezas para que los estudiantes enfrenten los retos del mundo del trabajo (1). Según la llamada Comisión SCANS (The Secretaries Commission on Achieving Necessary Skills) del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, el mejoramiento de la calidad de la educación que apunte a la formación de competencias prácticas reduce la deserción escolar, genera individuos competentes en el mercado laboral y, como resultado, los productos y servicios brindados por los Estados Unidos serán más competitivos en el mercado mundial. En dicho informe se recalca que para lograr un alto rendimiento en las empresas se deben desarrollar nuevos métodos que combinen las exigencias de las tecnologías con las destrezas del trabajador. Las decisiones operacionales se tienen que tomar a nivel de la línea de producción, recurriendo a las habilidades del trabajador de pensar creativamente y resolver problemas. Las metas productivas dependen del factor humano, de que los trabajadores se desempeñen cómodamente con la tecnología y con los sistemas complejos de producción, siendo capaces de trabajar en equipo y con una sed insaciable de seguir aprendiendo (2).
Se está explicitando, entonces, la relación entre los cambios del mundo laboral y una nueva formación educativa que considere al mismo tiempo la capacidad de gestión, la capacidad de aprender y la capacidad de trabajo grupal. De allí se deriva una relación directa entre los cambios tecnológicos y la organización del trabajo y entre la transformación de los procesos productivos, las condiciones de empleo y la capacitación de los «recursos humanos». A partir de ese momento se empieza a utilizar la noción de competencias en lugar de la de calificaciones, puesto que se «teme que la vieja defensa de las condiciones de trabajo en los convenios colectivos, con sus categorías estrictamente definidas sobre la base de funciones y tareas, conspire contra la flexibilidad y la polivalencia de los trabajadores. Ahora se habla de `competencias’, como el potencial completo de talentos y habilidades que tiene que ser captado, registrado, aprovechado y promovido por la empresa» (3).
Del mismo modo, en 1997 el Consejo Europeo reunido en Ámsterdam recomendaba «conceder la prioridad al desarrollo de competencias profesionales y sociales para una mejor adaptación de los trabajadores a la evolución del mercado laboral.» Y uno de los emisarios educativos de la Unión Europea, agrega, por si las dudas, que en la escuela ya no es importante la transmisión de conocimientos puesto que «el saber se ha convertido, en nuestras sociedades y nuestras economías que evolucionan rápidamente, en un producto perecedero. Lo que aprendemos hoy estará obsoleto o será incluso superfluo el día de mañana» (4).
La CEPAL, la UNESCO y otras entidades burocráticas similares no podían quedarse rezagadas en esta declaración de principios sobre la conveniencia de desarrollar competencias en concordancia con la emergencia de la «sociedad del conocimiento», los cambios en el mercado de trabajo, la competitividad mundial y otras figuras retóricas por el estilo y pronto hicieron sus respectivas declaraciones sobre el tema (5). Pese a todo, el abanderado planetario número uno de las competencias, como cosa rara, ha sido el Banco Mundial, el cual en su más reciente informe sobre la educación indica su alcance: «El concepto de competencias posee varias características. Las competencias están estrechamente relacionadas con el contexto, combinan capacidades y valores interrelacionados, se pueden enseñar (aunque también es posible adquirirlas por fuera del sistema educativo formal) y ocurren como parte de un continuo. El hecho de poseer competencias clave contribuye a una mayor calidad de vida en todas las áreas». Luego precisa el significado de competencias, entendidas como competitividad económica: para desempeñarse en la economía mundial y en la sociedad global se necesita dominar habilidades de índole técnica, interpersonal y metodológica. Las habilidades técnicas comprenden las habilidades relacionadas con la alfabetización, idiomas extranjeros, matemáticas, ciencias, resolución de problemas y capacidad analítica. Entre las habilidades interpersonales se cuentan el trabajo en equipo, el liderazgo y las habilidades de comunicación. Las habilidades metodológicas abarcan la capacidad de uno aprender por su propia cuenta, de asumir una práctica de aprendizaje permanente y de poder enfrentarse a los riesgos y al cambio (6).
Anota también que «los cimientos de la educación para la economía del conocimiento constan de un conjunto de competencias y conocimientos básicos. Además de proporcionar las herramientas para una participación eficaz en la economía y la sociedad del conocimiento, estas competencias se asocian con importantes beneficios sociales» (7).
2. Neoliberalismo educativo: Lucha a muerte entre competentes e incompetentes
En lengua castellana el término competencias tiene por lo menos tres acepciones: un sujeto tiene aptitud para algo (para la música, el arte, los idiomas); determinada situación tiene o no que ver con alguien (le compete o no le compete); y, hace alusión a enfrentamiento, lucha o disputa (como cuando se habla de una competencia deportiva). Pues bien, las competencias tal y como las entienden el Banco Mundial y los demás organismos del capitalismo actual está referida básicamente a la última acepción del vocablo en castellano, es decir, a la lucha y al enfrentamiento, específicamente en el terreno de la economía mundial. Para asumir esa competencia a muerte entre países, empresas e individuos se hace necesario modificar los sistemas educativos nacionales para ponerlos en consonancia con los cambios económicos y laborales de los últimos tiempos. En esa perspectiva, la formación educativa general de las personas no es importante, porque ya no es funcional al capitalismo. Ahora deben desarrollarse competencias que favorezcan la adaptabilidad de los «recursos humanos» al mercado competitivo mundial. En momentos en que lo importante son las destrezas y la empleabilidad se ataca la función de la instrucción educativa general, cuestionando su papel como transmisora de saberes. Se exaltan, en esa dirección, las doctrinas pedagógicas que proponen la «evaluación por competencias» ya que éstas «privilegian la competencia -»conjunto integrado y funcional de saberes, saber hacer, saber ser, saber lograr, que permita, ante una serie de situaciones, adaptarse, resolver problemas y realizar proyectos»- frente al conocimiento». (8). En estos instantes ya no sería importante poseer una cultura común, puesto que lo crucial es acceder a nuevos saberes y responder ante situaciones imprevistas.
A quien puede sorprender que entre las competencias reclamadas estridentemente por las empresas se encuentre en primer lugar el adiestramiento en tecnologías de la información y la comunicación, pero no para formar ingenieros de sistemas ni mucho menos sino para que los niños y jóvenes de las ciudades estén inmersos desde la escuela en un medio dominado por pantallas, teclados y ratones, respondan positivamente a las «ordenes» de un computador y se adapten a las permanentes modificaciones de los programas informáticos. Como ese es el objetivo básico de la introducción de las Tecnologías de Información y Comunicación, TIC, en la escuela, se entiende porque se invierte tanto en máquinas y recursos técnicos pero no en mejorar la infraestructura de los planteles, ni en renovar los pupitres, ni en contratar nuevos profesores. Pero las TIC también cumple la función de asegurar la máxima flexibilización profesional de los futuros trabajadores, para que éstos se sigan formando a lo largo de su vida, es decir, estén actualizándose perpetuamente «de la cuna a la tumba», renovando sus destrezas y habilidades para servir a los capitalistas. Si todos los trabajadores han aprendido a utilizar Internet para acceder a la información, es muy fácil presionarles para que mantengan el nivel de su competitividad profesional durante sus fines de semana, sus vacaciones o sus noches empleando ordenadores y conexiones que pagan de su propio bolsillo. Este es el sentido de un anuncio publicitario del grupo Sysco Systems en el que se ve a un hombre sentado en un banco público navegando por la red con un ordenador portátil, cuyo texto decía: «aprenda cómo reducir sus costes de formación en un 60 por ciento» (9).
De aquí se deriva el asunto de la flexibilidad, otro elemento clave relacionado con las competencias. Si el mercado laboral se ha hecho flexible -vocablo con el que se debe entender que los trabajadores ya no tendrán puesto fijo durante toda la vida, los sindicatos están prohibidos y predomina la lucha de todos contra todos para sobrevivir- la educación también debe ser flexible y adaptable a los requerimientos del mercado de trabajo. Esta es la razón por la cual en los últimos tiempos ha emergido, en el mercado de saberes pedagógicos, la noción de flexibilidad. Esta se utiliza para responsabilizar al trabajador de su propia formación para que sea competente y funcional al capitalismo. El planteamiento de la formación continua en cada país debe servir para que los recursos naturales sean flexibles, rentables, competitivos y sirvan a sus empresas. Trabajador que no lo haga ya no será empleable, ni siquiera será un «recurso humano» sino un desecho, y esto por una razón muy sencilla: para el capitalismo se es competente hoy pero inútil mañana. En esa lógica, solamente será competente aquel trabajador que posea los medios necesarios para adaptar continuamente sus conocimientos a las necesidades del mercado. Al respecto, la Comisión Europea sostiene: En el seno de las sociedades del conocimiento, el papel principal corresponde a los propios individuos… El factor determinante es esta capacidad que posee el ser humano de crear y explotar conocimientos de manera eficaz e inteligente, en un entorno en perpetua evolución. Para sacar el mejor partido de esta aptitud, los individuos deben tener la voluntad y los medios de hacerse cargo de su destino (10).
Estructurar la educación a partir de las competencias, tal y como las entienden el Banco Mundial, La CEPAL y otros organismos burocráticos de ese estilo, significa que los sistemas educativos nacionales asumen de manera forzosa los supuestos de la competitividad en la era de la «sociedad de la información», sin importar el sentido profundo de la educación que debería buscar la formación integral de los seres humanos. Por eso, el Banco Mundial, basándose en su cruda visión economicista, presiona a los países para que estructuren su sistema educativo basándose en la eficacia, entendida en términos de costos, y para que asuman como prioridad la educación primaria y el suministro de insumos tecnológicos que favorezcan la adquisición de lo que el nuevo «pedagogo financiero» entiende por competencias básicas. Para ello, la educación debe ofrecer un variado combo de opciones: educación básica, formación y desempeño laboral docente, competencias… Quienes adquieren las competencias que brinda el sistema educativo adaptado a los requerimientos de los empresarios capitalistas son, lo cual parece una tautología, competitivos. Las competencias educativas se entienden, entonces, en términos de competitividad en el sentido más reduccionista (desde el ámbito de la economía) e inmediatez (ya que deben servir para brindar fuerza de trabajo barata y siempre dispuesta a someterse a las exigencias del capital). En el marco de las competencias se les exige a los futuros trabajadores, que hoy están en la escuela, adaptabilidad permanente, de donde se deriva que los trabajadores se ven obligados a adaptarse a un entorno productivo que cambia sin cesar: porque las tecnologías evolucionan, los productos cambian, las reestructuraciones y las reorganizaciones conducen a cambiar de puesto de trabajo, porque la competitividad precariza el empleo. Estos incesantes reciclajes cuestan mucho tiempo y dinero. Iniciar a un trabajador en las particularidades de un entorno de producción específico es una inversión larga y pesada, que retrasa la puesta en marcha de las innovaciones. La multiplicación de costos, derivada de la fuerte rotación de la mano de obra y de las tecnologías, se vuelve rápidamente prohibitiva (11).
Pero, como al mismo tiempo, por el tipo de tecnologías empleadas se requiere cierta clase de saberes, se plantea que eso se soluciona implementando un aprendizaje a lo largo de toda la vida útil del trabajador, siendo útil un sinónimo de productivo; en otros términos, ese trabajador debe sujetarse a la lógica de los empresarios capitalistas. Con sus nociones de empleabilidad y productividad, el proyecto de las competencias no tiene ninguna ambición humanista: «No se trata de hacer aprender a todos y durante toda la vida los tesoros de la ciencia, de las técnicas, de la historia, de la economía, de la filosofía, de las artes, de la literatura, de las lenguas antiguas ni de las culturas extranjeras» (12), porque todo esto en términos de las competencias indispensables para acoplarse a la supuesta «sociedad del conocimiento» es inútil, significa pérdida de tiempo, gasto de energía y despilfarro de recursos. Por estas pragmáticas razones, entre las competencias que se pretenden introducir en la escuela se destacan aquellas relacionadas con la aceptación por parte de los trabajadores del «espíritu de empresa» para que acepte con resignación todo el proyecto de la flexibilización, para que no piense en ser «in-competente», como quien dice renuncie a pensar, luchar y resistir la dominación del capital y cualquier tipo de opresión. Hay que formar competencias personales, aptitudes, que sean proclives a la flexibilización laboral y a la despolitización reinante en el mundo contemporáneo. Al respecto la OCDE es rotunda cuando afirma que para difundir la defensa del «espíritu de empresa» se requiere de una estrecha colaboración entre las empresas y la escuela, para que las primeras incidan en la aceptación plena de la «economía de mercado» y sus valores individualistas por parte de los estudiantes, con la finalidad de que éstos aprendan a ser miembros «de un equipo de trabajo, a aceptar recibir órdenes y trabajar con los demás», porque «se trata también de comprender mejor el ritmo de trabajo y estar dispuesto para responder a diferentes exigencias durante las etapas sucesivas de una carrera profesional» (13).
Vistas así las cosas, la educación y el mundo laboral se divide entre quienes son competentes (competitivos) y quienes no lo son. En este sentido, las desigualdades sociales se justifican por el nivel educativo y el grado de competencias y cualificaciones que posean, o no, los individuos. De ahora en adelante los individuos se catalogan en super competentes, competentes, menos competentes y absolutamente incompetentes de acuerdo a los requerimientos del mercado. El derecho a la existencia está siendo dictado por lo que los empresarios capitalistas conciben como útil para producir riqueza, y cuándo un individuo es competente; en el momento en que se ha tornado incompetente es un recurso desechable que se puede botar como un trasto viejo a la caneca de la basura (14).
Adicionalmente, las competencias que las empresas le exigen al sistema educativo para que este se acople a las exigencias del mundo laboral son de tal magnitud que, si no fuera por los intereses que están en juego, sólo podría pensarse que es un mal chiste. Para citar un caso ilustrativo, en un proyecto europeo sobre la investigación de las universidades, una encuesta determinó que las empresas exigen a los egresados la «bobadita» de 17 competencias básicas, a saber: capacidad de aprender; capacidad de aplicar los conocimientos en la práctica; capacidad de análisis y síntesis; capacidad para adaptarse a las nuevas situaciones; habilidades interpersonales; capacidad para generar nuevas ideas (creatividad); comunicación oral y escrita en la propia lengua; toma de decisiones; capacidad crítica y autocrítica; habilidades básicas de manejo de la computadora; capacidad de trabajar en equipo interdisciplinario; conocimientos generales básicos sobre el área de estudio; compromiso ético (valores); conocimientos básicos de la profesión; conocimiento de una segunda lengua; apreciación de la diversidad y multiculturalidad; y habilidades de investigación (15).
Definitivamente, los capitalistas quieren que el sistema educativo en general, y el universitario en particular, formen superhombres acoplados a sus exigencias, porque de ese listado puede decirse que es propio de las fantasías de superman o de los hombres biónicos de las malas series de televisión. Pero, además, esos supermanes del trabajo no deben pensar, porque si uno mira con detenimiento este listado de «competencias básicas» encuentra que no aparece por ningún lado la historicidad, el conocimiento de los valores culturales de un país, ni una formación humanística esencial. Precisamente, todos estos aspectos son inútiles, expresan la incompetencia, y no son funcionales al capitalismo actual. Se exige la preparación de supermanes o superniñas del trabajo pero que no piensen ni actúen más allá del restringido ámbito del mercado capitalista, enfatizando en las competencias informáticas y comunicacionales. Finalmente, lo que se busca es la formación de expertos muy competentes en su restringido campo de conocimiento, pero con la condición de que sean analfabetos políticos. No por casualidad, en la información donde se reseña ese impresionante listado de competencias básicas que las empresas exigen a las universidades, se afirme que la ciencia y la empresa piden inteligencia en lugar de acumulación de saberes que poco aportan a los criterios antes señalados, y no se diga si se trata de agregar valor a los procesos, donde históricamente los resultados del desempeño de los egresados de cualquier nivel escolar, son de una pobreza descomunal, por no decir incompetente; por ello mismo los centros educativos también sufrirán una gran transformación, para pasar de transmisores de información, a centros estimuladores de las inteligencias personales (16).
Queda claro que los saberes que poco aportan a las competencias básicas, tal y como las definen los empresarios capitalistas, son considerados como inútiles o incompetentes. Es lógico pensar que dentro de esos saberes inútiles se encuentren todos aquellos que contribuyen a una formación integral y crítica de cualquier ser humano, entre los cuales deben estar la filosofía, la historia, la literatura, la geografía, la sociología y otras áreas semejantes del conocimiento. Esto, por supuesto, es perfectamente entendible para la lógica neoliberal en la cual no existe vocabulario para la transformación política y social, no existe visión colectiva, no existe direccionamiento social para desafiar la privatización y la comercialización de la escuela, la burda disminución de los trabajos, la liquidación en marcha de la seguridad laboral, o espacios desde los cuales luchar contra la eliminación de los beneficios para el pueblo ahora alquilado estrictamente en un trabajo de medio tiempo básico. En medio de este ataque concertado en lo público, el mercado dirigido por el monstruo destructor del consumidor continúa movilizando los deseos en el interés de producir identidades de mercado y relaciones de mercado que últimamente aparecen como, Teodoro Adorno una vez lo señaló, nada menos que «una prohibición que se piensa a sí misma» (17).
Con respecto a las competencias, puede concluirse que no solamente la educación se ha convertido en un artículo mercantil como los automóviles o los teléfonos móviles, dominado por la lógica de la competencia, sino que además sus resultados deben ser reducidos a «indicadores de desempeño» estandarizados, que midan el grado de adiestramiento («competencias») que han adquirido los usuarios (estudiantes) para ser competitivos en el mercado capitalista (18).
Notas:
1. Leandro Sepúlveda, «El concepto de competencias laborales en educación. Notas para un ejercicio crítico», Revista Digital Umbral 2000, No. 3, enero de 2002, p. 3.
2.Citado en Ignacio Tabares, «La educación como motor del desarrollo», en
www.luventicus.org/articulos/02R014.
3. M. Gómez, «Empleo, educación y calificaciones: ¿Dónde está la modernización en el mercado de trabajo?», en
www.argiropolis.com.ar
4. Nico Hirtt, «Los tres ejes de la mercantilización escolar», en www.stes.es/nico.
5. CEPAL UNESCO, Educación y conocimiento: eje de la transformación productiva con equidad. Santiago de Chile, 1994.
6.Banco Mundial, Aprendizaje permanente en la economía global del conocimiento. Desafíos para los países en desarrollo,
7. Ibíd., p. 81.
8. N. Hirtt, op. cit.
9. Ibíd.
10. Citado por Nico Hirtt, op. cit.
11. N. Hirtt, op. cit.
12. Ibíd.
13. Citado por Nico Hirtt, op. cit.
14.R. Petrella, «La educación víctima de cinco trampas», en
www.utal.org/educacion/5trampas.htm
15. «Las competencias básicas para la sociedad del conocimiento», en
http://www.conocimientosweb.net/mestizos/article28.html

16. Ibíd.
17. H. Giroux, «Pedagogía pública y política de la resistencia: notas para una teoría crítica de la lucha educativa», Opciones Pedagógicas, No. 25, 2002, p. 48 (subrayado nuestro).
18. Michel Apple, «¿Pueden las pedagogías críticas interrumpir las políticas neoliberales», Opciones Pedagógicas, No, 24, 2001, p. 22



http://amec.wordpress.com/documentos/convergencia-europea/las-competencias-educativas-y-el-darwinismo-pedagogico/

martes, julio 15, 2008

Decálogo juvenil / pandillas, armas y drogas

Algunas de las notas que se recortan y pegan en esta página, son para irlas asimilando y desglosando con calma y en un marco teórico-metodológico amplio y en desarrollo permanente. Por ahora, quedan estas dos para irlas trabajando.



Decálogo juvenil de la SEP
La titular de la Secretaría de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota, dio a conocer ayer un decálogo para que los padres sostengan una relación saludable con sus hijos, pero advirtió que “no son recetas”:
1. Saber escuchar sin interrumpir.
2. Saber preguntar y dar seguimiento a lo que se sabe es importante para los hijos.
3. Saber elogiar no sólo logros sino también esfuerzos.
4. Saber aconsejar sin abrumarlos con soluciones que no hayan pedido o con juicios y críticas que acaban por transmitir incertidumbre.
5. Saber incentivarlos promoviendo sus capacidades.
6. Saber ser humano y no perfecto.
7. Saber expresarse hablando con sinceridad.
8. Saber definir responsabilidades expresando con claridad lo que se espera.
9. Saber apoyar sin sobreproteger ni sustituir.
10. Saber disfrutar con alegría y celebrar las diferencias con sentido del humor y no con la amargura o el disgusto con el que generalmente lo hacemos.





■ Anuncia Vázquez Mota la aplicación del programa de prevención de riesgos Contruye T
Pandillas, armas y drogas asuelan bachilleratos públicos en México
■ Para más de la mitad de los jóvenes la compra de dichas sustancias es “fácil o muy fácil”
■ Más de 40% de los estudiantes reportan que sus compañeros asisten armados a los planteles
Karina Avilés
Pese a que la Secretaría de Educación Pública (SEP) considera que un joven está protegido tres veces más dentro de la escuela, sus propias cifras señalan que en el pasado ciclo escolar más de 5 mil 300 alumnos (41 por ciento), de entre 15 y 19 años, observaron que sus compañeros llevaban armas al entorno escolar, más de 8 mil 200 (63 por ciento) afirmaron que hay pandillas y cerca de 3 mil 700 señalaron (28 por ciento) que se vende droga.
Sin embargo, la dependencia apuntó principalmente hacia el ámbito familiar y social: casi mil estudiantes (7 por ciento) tienen padres o hermanos que consumen tóxicos, más de mil 800 (14 por ciento) obtienen sustancias en sus casas y casi mil 600 alumnos (12.2 por ciento) se han drogado.
Al anunciar el programa de prevención de riesgos Construye T, en apoyo a estudiantes de nivel medio superior, la titular de la SEP, Josefina Vázquez Mota, planteó los siguientes propósitos: identificar signos de alerta, saber cómo ayudar a tiempo, saber lo que se debe evitar y lo que es recomendable hacer “si no lo pudimos evitar”.
Sobre las temáticas relativas a las relaciones de noviazgo, seguridad y adicciones, la primera Encuesta Nacional Exclusión, Intolerancia y Violencia en los bachilleratos públicos, con base en una muestra de 13 mil 104 casos, destaca que las drogas son de fácil acceso, ya que 37 por ciento de los estudiantes las obtuvieron en la calle y otro 33 por ciento con sus amigos.
De los encuestados, 48 por ciento señalaron que su mejor amigo se droga; 26 por ciento dicen que algún compañero de clase consume tóxicos; 24 por ciento identifican a sus vecinos, que también son sus amigos, como consumidores; 2 por ciento dicen que su novio o pareja utiliza drogas.
Para 60 por ciento de los jóvenes la compra de dichas sustancias es “fácil o muy fácil”, mientras que sólo 17 por ciento dicen que es “difícil”.
La mariguana es la droga más utilizada por la población juvenil masculina, ya que casi 10 por ciento la ha consumido, seguida de las anfetaminas, con 7 por ciento; la cocaína, con 6.7; los inhalantes con 5.4 por ciento; los alucinógenos con 4.8; las metanfetaminas y el crack, con 4.5 por ciento, cada una, y la heroína y opio, con 3.9 por ciento.
En el caso de las mujeres, las anfetaminas son las de mayor consumo, con 5.6 por ciento, luego de la mariguana con 3.8; los alucinógenos, con un 2.4; la cocaína y los inhalantes con 2.3 por ciento, cada una; las metanfetaminas, con 1.5; la heroína y opio, con 1.4 por ciento, y, por último, el crack, con 1.2 por ciento.
De los alumnos de bachillerato 12.2 por ciento declaran haber experimentado con alguna de estas sustancias y una tercera parte de ellos, 4 por ciento del total, aceptan que las consume frecuentemente.
En cuanto a las relaciones de noviazgo, uno de cada cuatro alumnos (25 por ciento) ha enfrentado agresiones físicas, mientras que 23 por ciento han sufrido agresiones de tipo sexual por parte de su pareja.
En este sentido, el representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México, Magdy Martínez-Solimán, señaló en una entrevista posterior que debe existir una sanción ejemplar para los directores de planteles que permiten la venta de drogas, porque los responsables de los espacios educativos deben garantizar la protección, la seguridad y la libertad en éstos.
Por su parte, el subsecretario de Educación Media Superior, Miguel Székely, indicó que Construye T fue planeado con 26 organizaciones de la sociedad civil, en colaboración con el PNUD y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia y apuntó que consta de 50 acciones, aunque no precisó cuáles.

domingo, julio 13, 2008

Alianza para la calidad educativa, un retroceso

















Elba Esther Gordillo
http://www2.eluniversal.com.mx/w_foto.html?p_nombre=/img/2008/05/Nac/Gordillamp.jpg&p_ancho=300&p_alto=200&p_fotografo=Archivo/ EL UNIVERSAL&p_fecha=2008-05-15




Después de ser celebrada y aplaudida en la propia mesa de la sede del Banco Mundial en Estados Unidos, la Alianza por la calidad educativa en México, parece tejerse desde abajo una respuesta. Dicha Alianza en realidad es la estrategia que la derecha impuesta en el poder tiene para impulsar paso a paso la privatización de la educación en nuestro país. Se trata de que ésta deje de ser una responsabilidad del Estado, para pasar a ser una mercancía sujeta al mejor postor.

Ante esta embestida, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación(CNTE), se ha estado moviendo y organizando para dar respuesta a esta situación que afecta gravemente al magisterio nacional y a la educación que se imparte.

El día de hoy se publica una nota que de alguna forma resume lo que está pasando con la educación en México, con la Secretaría de Educación Pública, con Elba Esther Gordillo y la cúpula charra del SNTE, con la CNTE, con el Banco Mundial, con el impacto del neoliberalismo y la globalización en la educación, y con otros actores involucrados en este tema crucial para el desarrollo de un país.

No se puede entender la cuestión educativa, sin revisar el contexto económico, social, político e ideológico que la rodea.




La Jornada 13 de julio del 2008
■ Sergio Espinal García encabezará esa dirigencia, “contrapeso” a la elbista

Congreso magisterial elige a un comité alterno en el SNTE
■ Gestionará ante tribunales para que sus miembros dejen de aportar cuotas sindicales

■ Señalan disidentes la “profunda crisis que se manifiesta en la corrupción e impunidad”

Emir Olivares Alonso

Por unanimidad, el magisterio disidente aprobó la conformación del primer Comité Ejecutivo Nacional Democrático (CEND) del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), cuyo objetivo será “impulsar la democratización” del gremio y disputar el poder que ostenta “de forma ilegítima” Elba Esther Gordillo Morales.

En el contexto del primer Congreso Nacional de Bases organizado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se acordó que en la nueva dirección habrá 38 carteras, y se nombró como secretario general a Sergio Espinal García, quien estuvo al frente de la sección 18 de Michoacán entre 2002 y 2005.

La gestión del primer CEND durará tres años, aunque al año y medio se prevé convocar al segundo Congreso Nacional de Bases, en el cual se hará una evaluación y análisis del trabajo de éste para decidir su permanencia, revocación o reestructuración. Además, se aprobó que para mantener la actividad política y financiera de esta dirigencia los mentores disidentes, y quienes se quieran sumar, aportarán 10 pesos quincenales.

Al tomar posesión del cargo, entre gritos y consignas de: “va a caer, la asesina Elba Esther”, el nuevo dirigente llamó al magisterio nacional a la unificación para conseguir que en el SNTE “manden los trabajadores, y no más el gobierno en turno, las oligarquías vende patrias ni la ultraderecha oscurantista”.

Espinal García hizo hincapié en que el CEND estará abierto a la incorporación de todas aquellas secciones que deseen sumarse al proyecto de la disidencia.

Tras dos largas jornadas de trabajo en las que participaron alrededor de mil 600 delegados de 35 secciones procedentes de 28 entidades del país, el primer Congreso Nacional de Bases manifestó su rechazo total a la privatización del petróleo, la energía eléctrica, la salud, la educación, el agua y la seguridad social; aseguraron, además, que mantendrán la lucha para abrogar la “nefasta” Ley del ISSSTE y por la defensa de jubilaciones y pensiones justas.

También acordaron rechazar la reforma laboral, “que cancela los derechos de los trabajadores y la organización sindical”; la fiscal, “que exenta a los empresarios del pago de impuestos y castiga con mayores gravámenes a los trabajadores y a las clases más desprotegidas”.

Criticaron la llamada Alianza por la calidad educativa, firmada por Felipe Calderón y Gordillo Morales, debido a que “destruye el sistema educativo nacional, la escuela pública, los derechos laborales de los trabajadores y elimina al sindicato”.

En la declaratoria final del congreso se pronunciaron en contra de la criminalización de la protesta social, la represión, la reforma judicial, el alza de los pro- ductos de la canasta básica, la destrucción del campo y el TLCAN.

Entre gritos de apoyo, aplausos y felicitaciones, el nuevo secretario general manifestó en entrevista que el CEND promoverá las sanciones penales correspondientes en contra de la lideresa “ilegítima” Elba Esther Gordillo por el asesinato de al menos 150 trabajadores democráticos de la educación. Agregó que otro de los objetivos es tramitar, ante los tribunales laborales correspondientes, actas personales para que los docentes que así lo deseen dejen de aportar cuotas sindicales a la dirigencia de Gordillo. “No tiene por qué seguir recibiendo estas aportaciones que acumulan sumas millonarias”.

Agregó que el CEND no buscará el reconocimiento y toma de nota por parte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social; lo importante, dijo, es ser la representación real de las bases de trabajadores del magisterio.

El primer Congreso Nacional de Bases convocó a recuperar el mandato y el patrimonio sindical en delegaciones y secciones mediante la expulsión “de la pandilla gordillista y devolviendo a sus legítimos dueños la soberanía de bases”.

Los delegados asistentes a este cónclave se comprometieron a defender la educación pública gratuita, laica, científica y obligatoria “que es un derecho social del pueblo mexicano”; a impulsar un amplio proceso de discusión a fin de integrar un proyecto alternativo de educación y cultura para el país, y a rechazar todas las políticas educativas neoliberales.

Aseguraron que continuarán con la resistencia civil y pacífica en contra de la “criminal” Ley del ISSSTE y fortalecerán el plantón que desde hace 15 meses la CNTE mantiene en la sede del ISSSTE.

“Actualmente el SNTE se ha reducido a acciones de bajo perfil en el quehacer sindical, a la administración de las cuotas y patrimonio, y a ofrecer a su base como un depósito de votos al mejor postor. En la práctica tenemos un sindicalismo de corte empresarial, desarticulado e inoperante como instrumento de defensa de los intereses de los trabajadores”, consideraron los mentores disidentes.

Agregaron que su agrupación sindical esta sumida en una “profunda crisis que se manifiesta en la corrupción, impunidad y entrega sin reservas al gobierno. Elba Esther Gordillo y sus secuaces han convertido al SNTE en baluarte de la cancelación de los derechos sociales y salariales de los trabajadores de la educación, en eficiente promotor de la privatización de la seguridad social, de la escuela pública, de los derechos laborales y de la destrucción del propio sindicato”.

Por ello se decidió crear un “contrapeso” que haga frente a la gestión gordillista y que “en verdad represente a las bases”.

viernes, junio 27, 2008

El Banco Mundial impulsa la labor revolucionaria en la educación mexicana

Avanzan los modelos neoliberales en la educación

En estas notas periodísticas podemos constatar como la intromisión globalizadora neoliberal es cada vez más grande, y como la actitud de la SEP y del SNTE es cada vez más entreguista.




Elogia Zoellick alianza educativa en México
Nacional - Viernes 27 de junio (15:45 hrs.)
Clausura trabajos en Washington y señala que lo que se hace es muy revolucionario
Con los cambios propuestos, asegura, se rompen moldes del siglo XX

El Financiero en línea
Washington, 27 de junio.- El presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, calificó hoy como revolucionaria la Alianza por la Calidad de la Educación en México y ofreció el respaldo de esa institución financiera a la implementación del acuerdo.

"Lo que están haciendo aquí, a su manera, es muy revolucionario, no sólo para la educación sino para México", dijo Zoellick al clausurar en la sede del BM los trabajos de la Conferencia Internacional sobre la Alianza por la Calidad de la Educación en México.

Zoellick dijo que la alianza, concertada entre la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), representa un rompimiento con los moldes tradicionales de gobierno estructurados durante el siglo pasado.

"Todos saben que México tiene una historia de ser gobernado desde la ciudad de México y de ser controlado desde el centro, por eso me complace que la alianza incluye a gente de los estados y comunidades", señaló.

Zoellick agregó que la incorporación de estos actores a la Reforma Educativa "significa un rompimiento de estas estructuras".

El directivo destacó el compromiso del gobierno de Felipe Calderón para lo que calificó como "una inversión en el futuro", y se declaró "extremadamente impresionado" por el acuerdo.

Hizo especial énfasis de la comunión lograda entre dos fuerzas que en muchos casos parecen antagónicas, y por ello extendió su reconocimiento "a la secretaria (de Educación, Josefina Vázquez Mota) y al sindicato (SNTE) por el acuerdo logrado".

"Nosotros apoyamos fuertemente este esfuerzo y queremos ver de qué manera podemos respaldarlo", ofreció.

Zoellick recordó los avances logrados en otros países en este campo y dijo que su deseo de que el BM apoye y acompañe este acuerdo radica en su esperanza de que abra la puerta para la transformación del país.

"Es mi esperanza de que ustedes puedan sentar las bases que ayuden a México a convertirse en una nación de conocimiento", dijo.

Zoellick confió además en que la nueva alianza pueda convertirse en un modelo a replicar en otras partes del mundo, a partir de la experiencia lograda con el programa "Oportunidades".

"Nos gustaría aprender de su experiencia, nos gustaría compartir su experiencia con otros países", indicó.

El directivo se declaró "complacido de apoyar este esfuerzo financieramente", al responder la solicitudes planteadas antes por la secretaria Vázquez Mota y el secretario general del SNTE, Rafael Ochoa Guzmán.

Vázquez Mota planteó cuatro propuestas para apoyar el proceso de diseño e implementación de la alianza, mientras el dirigente sindical
solicitó apoyo financiero a programas para mejorar la formación de maestros. (Con información de Notimex/RSC)






Notimex
El Universal
Washington, EU Viernes 27 de junio de 2008
http://www.eluniversal.com.mx/notas/518353.html

15:38 La titular de la Secretaría de Educación Pública de México (SEP), Josefina Vázquez Mota, pidió hoy aquí al Banco Mundial (BM) formar un grupo de trabajo que acompañe la implementación de la Alianza por la Calidad de la Educación.
Asimismo, pidió al presidente del organismo internacional, Robert Zoellick, elaborar un informe anual sobre educación para emplearlo como herramienta en la toma de decisiones de política pública en la materia, ya que esa es una prioridad del gobierno de Felipe Calderón.

Al concluir la Conferencia Internacional sobre la Alianza por la Calidad de la Educación en México en la sede del BM, Vázquez Mota dijo que la expectativa de dicho informe se da a partir de los beneficios aportados por los datos anuales de pobreza que recopila el BM.

Recordó cómo durante su gestión como secretaria de Desarrollo Social el informe sobre pobreza se convirtió en un referente para la toma de decisiones de políticas públicas y considero que el nuevo documento sería "sumamente valioso e indispensable".

"Ese informe nos daría referentes de carácter internacional y se convertiría en un espacio de decisión de política publica, absolutamente trascendente", dijo al considerar que esta propuesta va más allá de los propósitos de la Alianza.

Durante la reunión de dos días en Washington se revisaron las experiencias de otros países y se analizó el reciente acuerdo firmado entre la SEP y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) para mejorar la calidad educativa en México.

La funcionaria apuntó que, desde la perspectiva del gobierno de Felipe Calderón, "ha llegado el tiempo de la educación y el tiempo de trabajar insistentemente en estas iniciativas".

Durante un breve diálogo con Zoellick, Vázquez Mota presentó además cuatro peticiones a través de las cuales el BM podría contribuir a fortalecer el diseño de la estrategia de implementación y seguimiento de la alianza.

Estas son contar con asesoría de expertos "en aspectos puntuales de la agenda por la calidad educativa", así como la elaboración de estudios específicos sobre temas críticos de la misma, "algunos de los cuales fueron discutidos ampliamente en esta mesa", explicó.

De igual forma solicitó la participación conjunta en el sistema de seguimiento de la alianza, a fin de mejorar y adecuar las acciones a lo largo del tiempo, "aprovechando las experiencias de otros países, con disposición al aprendizaje y una apertura significativa".

Asimismo pidió permitir que tanto la SEP como el SNTE acompañen la preparación de reuniones periódicas como la de este jueves y viernes, las cuales "nos permiten afianzar los propósitos de la alianza y reflexionar de manera más profunda".

La funcionaria reiteró ante Zoellick la determinación del gobierno mexicano "de no quedarnos rezagados" en materia educativa.

"La alianza es para nosotros un espacio para que las esperanzas se conviertan en realidades, es y queremos que sea un camino mucho más corto".