domingo, junio 28, 2009

CENEVAL, negocio sin aporte a los jóvenes estudiantes mexicanos

http://www.jornada.unam.mx/2009/06/28/index.php?section=sociedad&article=034n1soc
“Nadie con certificado de secundaria debe quedar fuera por no cumplir con un puntaje”

Demandan al gobierno garantizar acceso universal al bachillerato
El sistema desplaza a los más pobres, afirman expertos; piden cesar subrogación del examen de ingreso

Laura Poy y Emir Olivares

A casi tres lustros de la aplicación de mecanismos de selección estandarizados, como el examen único de ingreso a la educación media superior, “cientos de miles de jóvenes no tienen oportunidad para continuar una formación de calidad en instituciones públicas”, afirmó Hugo Aboites, catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y coordinador del Grupo Universidad y Sociedad del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales.

En conferencia de prensa, demandó al Estado mexicano “cumplir con la Constitución y garantizar que nadie con un certificado de secundaria quede fuera del sistema de bachillerato por no cumplir con un puntaje”. Agregó que este fin de semana, poco más de 300 mil aspirantes a ingresar a la educación media superior en la zona metropolitana pagarán 265 pesos por un “examen patito” que no tiene ningún control de calidad.

También afirmó que la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (Comipems), responsables del concurso de ingreso, en colaboración con el Centro Nacional para la Evaluación de la Educación Superior (Ceneval), organismo privado encargado del diseño de la prueba y la evaluación de los resultados, “no han dado ninguna respuesta a las demandas de miles de jóvenes para ingresar al bachillerato, pero en instituciones de calidad y no en aquellas donde se les da sólo formación técnica, que además no es del interés de muchos aspirantes”.

Sin una verdadera política de Estado y una “voluntad real de atender el crecimiento de la matrícula, pero bajo parámetros de calidad, año con año nos enfrentamos a un proceso de simulación en el que se desplaza a los más pobres, quienes finalmente son destinadas a las peores opciones educativas, les gusten o no”, enfatizó.

De acuerdo con los datos preliminares, dados a conocer por Javier Olmedo Badía, vocero de la Comipems, en enero pasado se preveía una participación de cerca de 312 mil jóvenes, de los cuales sólo 260 mil podrían cumplir con todos los requisitos para inscribirse en una de las instituciones educativas que participan en el concurso, con un total de 676 opciones en 322 planteles.

En tanto, defensores de derechos humanos, asociaciones académicas internacionales y organizaciones estudiantiles metropolitanas señalaron en un comunicado de prensa que subrogar a un organismo privado el examen de ingreso genera “constantes irregularidades y serias violaciones al derecho humano de la educación”.

Indicaron que el Ceneval es una agencia privada que “coacciona a los jóvenes a escuelas y tipos de estudios que no responden a sus intereses vocacionales, excluye de la educación pública a miles de ellos y lucra con la necesidad de las familias que buscan educación para sus hijos” con el cobro de cuotas para aplicar el examen y guías de estudio.

sábado, junio 27, 2009

Filosofía, ética, ¿ e Historia ?

Académico pide reformar los “conservadores” planes de estudios

Filosofía y ética generarán en alumnos visión crítica de la sociedad, afirman

Laura Poy Solano
http://www.jornada.unam.mx/2009/06/27/index.php?section=sociedad&article=034n2soc

En un momento de crisis ética profunda como la que vive México, la enseñanza de la filosofía y la ética es imprescindible para las nuevas generaciones, si es que queremos que construyan una visión crítica de su sociedad, afirmó Enrique Dussel Ambrosini, filósofo y profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Luego de que La Jornada diera a conocer que la Secretaría de Educación Pública (SEP) restableció oficialmente las disciplinas filosóficas en el mapa curricular del bachillerato con la publicación, en el Diario Oficial de la Federación, de los acuerdos secretariales que modifican los contenidos de la Reforma Integral de la Educación Media Superior, agregó que disciplinas como lógica, ética, estética y filosofía permiten a los alumnos “fortalecer el pensamiento creativo y crítico”.

No obstante, enfatizó que tras el impulso encabezado por el Observatorio Filosófico de México –que agrupa a especialistas de distintas universidades públicas–, en la defensa del campo filosófico en la educación media superior, “debemos ir un poco adelante y dar un paso más para revisar los contenidos, porque como ocurre siempre, éstos se diseñan por unos cuantos que generan programas curriculares conservadores donde se habla de la ética como cumplimiento del orden establecido y los valores vigentes”.

Aún estamos lejos, dijo, de comprender la ética como solidaridad y ayuda al oprimido, como un mecanismo para crear una consciencia solidaria, lo que no se puede generar con una cátedra y una epistemiología tradicionales y conservadoras.

Consideró que “no basta con que no desaparezcan de la formación en el bachillerato. Es necesario abrir un segundo debate para la elaboración colectiva de los programas en la que participen no sólo especialistas, también los alumnos que son quienes sufren el cómo impartimos una materia”.

Dussel Ambrosini enfatizó que “habrá que vigilar cuáles son los tiempos que se asigna en los contenidos curriculares a la enseñanza de estas disciplinas, quienes podrán hacerlo y cómo lo harán, para no acabar reducidos a una visión conservadora y tradicional”.
">

miércoles, junio 24, 2009

¿ Y en México, cuándo?

La Jornada 24 junio 2009

http://www.jornada.unam.mx/2009/06/24/index.php?section=opinion&article=025a2pol

Bolivia: freno a la pedagogía neocolonial
José Steinsleger
Las organizaciones indígenas y magisteriales de América Latina llevan ya muchos años de crítica y denuncia de los libros de texto que en las escuelas primarias y secundarias, institutos y universidades tuercen y desprecian la historia de nuestros pueblos”.

El 6 de junio pasado, Día del Maestro boliviano, el presidente Evo Morales promulgó tres decretos, uno de los cuales propone incentivar y brindar apoyo oficial a los profesores que escriban textos escolares. Explícitamente se refirió a Santillana, editorial española a la que acusó de imponer una “formación colonialista”.

Santillana fue fundada en 1960 por Jesús Polanco Gutiérrez (1929-2008), quien empezó su carrera como librero modesto de Madrid y, con el tiempo, se convirtió en el personaje más influyente y poderoso de la llamada “transición democrática” y en amo absoluto del pulpo mediático Prisa.

Llevado de la mano por Manuel Fraga Iribarne (ilustre y legendario fascista gallego del Partido Popular), Polanco consiguió del generalísimo Francisco Franco la autorización para fundar El País (1973), periódico que arrancó con posiciones de izquierda, devino en “pragmático” y acabó alineado con las posiciones más conservadoras.

Seis años después, Polanco organizó la Fundación Santillana “… con el propósito de promover el estudio de nuevas técnicas educativas y de la comunicación”. Y gracias al tráfico de influencias de amigos incrustados en el régimen franquista y el Opus Dei, obtuvo buena información sobre la reforma educativa en materia de textos escolares.

Cuando la ley de Educación General Básica (EGB) fue aprobada, Santillana tenía todos los textos a punto. Pero en su libro El negocio de la libertad, el periodista español Jesús Cacho asegura que la verdadera fortuna de Polanco nació del juego de la exportación, sobrefacturando libros de España a Colombia, y desde Colombia a Estados Unidos.

Simultáneamente, Polanco se alzaba con el Instituto de Cooperación Iberoamericana, institución que le facilitó el acceso al general Augusto Pinochet, con quien hizo el negocio de su vida. Desde entonces, todos los niños chilenos se forman con los textos de Santillana, donde el tono peyorativo resulta similar al empleado por el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo en su Tratado natural de las Indias (1535), totalmente opuesto al del madrileño Alonso de Ercilla en La Araucana, que narra la lucha entre mapuches y españoles (1569).

En México, la Secretaría de Educación Pública de Vicente Fox pagó 350 millones de dólares a editoriales privadas. Ochenta por ciento del negocio se lo llevaron ocho empresas. La más beneficiada fue Santillana (100 millones).

Los libros de Santillana llegaron a Bolivia con la reforma educativa de 1994 (financiada por el Banco Mundial) y durante el gobierno de Hugo Banzer (1997-2001), que licitó la elaboración de los textos oficiales por parte de la editorial española. Un par de señoritas, hijas de los ministros de educación, fueron agraciadas con pasantías de un año en la casa matriz.

La decisión del gobierno boliviano no fue improvisada. Desde enero pasado, el Ministerio de Educación venía alertando que los libros de Santillana no podían considerarse textos oficiales. Por ende, no debían ser exigidos a las familias. José Luis Álvarez, secretario ejecutivo de la Federación de Trabajadores del Magisterio Urbano de La Paz, calificó los libros de la editorial de “malos, descontextualizados y nada didácticos”.

Por ejemplo, al revisar Historia y Geografía 4 (edición 2007), los especialistas destacan “la notable fragmentación de información al estilo de la peor televisión: temas complejos que se resuelven con un bombardeo de recuadros en los que todo parece tener el mismo valor. Opiniones, párrafos entresacados de otros textos, preguntas, afirmaciones taxativas. Todo es mínimo, momentáneo, descartable”.

Temas como “políticas mundiales de seguridad” (p. 190), “integración regional sudamericana” (p. 186), “acuerdos económicos e integración mundial” (p. 184), Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Área de Libre Comercio de las Américas, Organización Mundial de Comercio se explican como “procesos naturales” de estructuras e instituciones que el libro asume como realidades incuestionables y carentes de antecedentes e historia. Asimismo, la pobreza (p. 144) se califica como “problema”, “realidad”, “condición”, evitando el análisis serio y profundo de sus causas. Las tareas e investigaciones que sugiere este capítulo, muy comentado, se mantienen a nivel de descripciones generales, desarticuladas y descontextualizadas, recurriendo a lo fugaz y transitorio.

El negocio de Santillana cuenta con el apoyo del Estado español, que por mediación de los denominados créditos FAD, obligan a los países firmantes a adquirir bienes y servicios españoles, en particular materiales relacionados con proyectos educativos que son producidos y vendidos por empresas de este país.

En un intento por legitimar la producción de Santillana, un periódico derechista de Santa Cruz, se apresuró a indicar que todos los textos de la editorial son made in Bolivia (sic).