jueves, octubre 25, 2007

"Gran revolución" en la Media superior, ¿hacia a dónde?

Josefina Vázquez Mota. foto:http://www.sep.gob.mx/work/resources/LocalContent/90513/3/LE6V3571.JPG



Nada hay nuevo bajo el sol, señalaba el Rey Salomón hace ya miles de años. Y sin embargo, ahora se nos quiere hacer creer que de veras se puede hacer una supuesta "gran revolución educativa". Aprovechando una apatía lamentable y generalizada respecto al tema de la educación (los medios masivos de comunicación son un ejemplo), un gobierno muy cuestionado quiere una vez más impresionar con medidas de relumbrón, verticales sin participación de la base docente, reforma dictada desde arriba para iluminar a los pobres seres oscuros de abajo. Y esos seres -creo que les llaman docentes o profesores-, cansados, hastiados, desconfiados de tanto golpe tras golpe, mal pagados, atiborrados de estudiantes, miles de ellos sin seguridad en su trabajo, todavía abrigan un hálito de luz para compartir clase tras clase con su alumnos.



Está en marcha una "gran revolución" para la educación media superior, según afirmó Josefina Vázquez Mota. Fue en la clausura del encuentro nacional Integración, innovación y futuro de la educación media superior, el 25 de octubre de 2007 en la Ciudad de México.


Vale la pena esbozar alguno puntos respecto a esta reforma.

Es una "revolución" vertical, dictada desde arriba para que los parvulitos docentes sólo la apliquen obedientes y gustosos. Las autoridades no conciben a la educación como un proceso vivo, cambiante y participativo, democrático, no superan el planteamiento de una educación reducida a mera capacitación para el trabajo, sin historia, sin filosofía, sin asignaturas de las Ciencias Sociales.


Hemos de trabajar mucho para que se entienda que hay que compartir con los jóvenes una propuesta educativa científica, plural, universal, histórica, que los prepare para una vida plena, solidaria, profesional, crítica, transformadora de un entorno social injusto.


No será una "gran revolución" si los docentes y todos los actores del proceso educativo no participan. O si sólo se les reduce a "facilitadores". No habrá tal "gran revolución" si no hay una capacitación profesional, permanente, profesional, de alta calidad. Lo que ha sucedido en la realidad hasta ahora es que la "capacitación"· se ha reducido a minicursos de una o dos semanas, contratados en institutos privados de desconocida calidad.


Una verdadera revolución tendrá que contemplar salarios justos, seguridad en el trabajo, infraestructura tecnológica moderna, docentes con tiempos completos que puedan realizar investigación científica o producción de materiales didácticos, prototipos u otros proyectos creativos en el terreno de la didáctica y la pedagogía.


Los docentes de dgeti deben informarse de qué es lo que viene y tomar posición manifestándola abiertamente, para empezar en las Academias de cada especialidad. Después puede ser tarde, y no basta con cuchichear en algún rincón de su plantel toda su amargura de lo que pudo haber sido y no fue.


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